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Antoni Esteve

'La solución dialogada al conflicto de las patentes ya es imposible'

En la recta final del ejercicio de su cargo, que dejará el próximo martes, Esteve valora positivamente la confianza que el Gobierno ha dado a la industria para el desarrollo de su actividad, pero lamenta que el tema de las patentes farmacéuticas no se haya llegado a solucionar.

Antoni Esteve (Barcelona, 1958) bromea sobre el cargo que está a punto de abandonar: 'opto al cum laude. ¡Como nadie me lo da, me lo pongo yo!' pero también sobre su futuro laboral: 'ahora tengo un problema porque he estado tan metido en las labores de Farmaindustria que ahora en Esteve no me quieren. ¡Tú quédate en Madrid!, me dicen'. El cargo de presidente de Farmaindustria, la patronal de la industria farmacéutica, es rotatorio y en la próxima Asamblea de Farmaindustria, el martes que viene, Esteve dará el testigo a su sucesor.

Durante los dos años que ha presidido la asociación, Esteve ha hecho frente, entre otras cosas, a los cambios gubernamentales y ministeriales, a las rebajas de los precios de los fármacos en las ârdenes de Precios de Referencia, al conflicto de las patentes farmacéuticas y a la negociación con el Gobierno de un Plan Sectorial Integral para la industria farmacéutica, cuya plasmación definitiva se retrasa. 'El plan ya está maduro, con propuestas concretas. Sólo nos falta el pistoletazo de salida para sentarnos a ponerlo sobre papel', dice.

La intención de Farmaindustria era que este plan se aprobara antes del verano. ¿A qué se debe el retraso? ¿Es a causa de la coyuntura económica o hay otras razones?

'La Orden de Precios de Referencia sólo tiene sentido para financiar la innovación'

Probablemente, la coyuntura está produciendo esos retrasos. El entorno ha promovido otro tipo de prioridades pero dilatar este tema no es voluntad de ninguna de las partes. Tenemos el convencimiento de que este plan es un instrumento muy eficiente para abordar épocas difíciles y que conviene cerrarlo cuanto antes. Tiene que ser una herramienta capaz de recuperar la confianza en un sector que es deseo de todos que siga creciendo. El objetivo es convertir a la industria farmacéutica en un sector estratégico, que genere riqueza y contribuya al desarrollo social.

En este sentido, hoy tenemos una relación con el Gobierno francamente positiva y eso es un activo del sector. Y hablo en clave de Gobierno y no de ministerios. Antes, estábamos muy volcados en relacionarnos sólo con Sanidad pero ahora mantenemos una relación intensa con Industria y, recientemente, con Ciencia e Innovación. Aunque he de agradecer al ministro Bernat Soria que se haya convertido en el gran valedor de la industria farmacéutica, con una alta sensibilidad hacia nuestras inquietudes.

¿No inquieta la nueva Orden de Precios de Referencia, que rebajará de nuevo los precios de los fármacos en España? ¿Cómo valoran esta nueva disposición?

Esta rebaja era algo que teníamos previsto. Su impacto sería más fácil de interpretar si ya tuviéramos fijados los objetivos a largo plazo, con el plan sectorial definido. Sin embargo, se están haciendo esfuerzos para que la Orden sirva a los objetivos que guíen el sector.

¿En qué sentido?

La Orden es una herramienta necesaria y útil para garantizar la innovación en el futuro. La manera de asegurar que los pacientes tengan acceso a los fármacos nuevos pasa porque la Administración los financie. Hay que recortar de allí para sumar allá. La Orden debe ser eficiente para garantizar que innovación es financiable y es reconocida como un beneficio. Sólo bajo la premisa de la innovación, el sector puede aceptar que existan los precios de referencia. Sería preocupante que el único fin fuera sólo el ahorro.

La industria se comprometió, ante el Plan Estratégico, a alcanzar un volumen de inversión en I+D del 10% respecto de la facturación en 2015. ¿Hay posibilidades de llegar al 14%, que es la media europea?

Nuestra meta es el 14% pero hay que fijar objetivos a más corto plazo. Yo creo que hay margen para que las compañías alcancen el 10% antes de 2015. Quieren hacerlo. Somos conscientes de que, si no tenemos éxito en nuestra capacidad de innovación, no tendremos éxito en el negocio. Por eso, estamos deseando que exista un marco estable, que genere confianza para aumentar las inversiones en I+D. Por eso, insisto en la importancia del compromiso que necesitamos por parte del Gobierno de formar parte de este plan. Ya existe una tendencia alcista en inversión en I+D, tenemos que superar el actual 6%.

Una de sus peticiones ante este Plan Estratégico era que se solucionase el conflicto de patentes y que España equiparase su protección intelectual a la europea, más laxa a causa de la reserva que España hizo a la ley de Patentes en el momento de integrarse a la Unión Europea. ¿En qué punto está la negociación?

Hemos perdido la oportunidad de resolver la cuestión de las patentes a través del diálogo y el compromiso. Hubo iniciativas muy importantes de Farmaindustria que proponían que la resolución del tema de patentes fuera un catalizador definitivo para el impulso de la I+D biomédica en España (la patronal ofreció una inversión de 300 millones de euros en investigación de enfermedades raras si se solucionaba el conflicto). Era un proyecto con una carga estratégica seria y un compromiso por parte del sector privado importante.

Por las razones que fueran, supongo que todos somos en cierta medida culpables, no pudimos solucionarlo favorablemente. Hoy, el tema de las patentes farmacéuticas se está resolviendo por la vía judicial. Es más costoso pero es la forma más eficiente para que el sector defienda sus intereses. El problema es que resta parte de la confianza necesaria para la inversión. La judicialización aporta costes innecesarios, imprevisibilidad y desánimo. Es una lástima porque creo que hemos perdido una oportunidad vital.

Vigilancia para frenar la falsificación de fármacos

Las falsificaciones de medicamentos son un tema candente en las reuniones de las asociaciones farmacéuticas de los últimos meses. No en vano, las cifras de impacto de esta conducta delictiva van a más. El volumen de medicamentos falsos ha crecido un 400% desde 2005 y según datos de la FDA, el organismo que vela por la seguridad de los fármacos en EE UU, el 10% del mercado farmacéutico mundial es falso, un negocio que mueve 45.000 millones al año.Esteve asegura que Farmaindustria han sido 'de las asociaciones más activas y comprometidas' en la concienciación y lucha contra este tema. 'Es un tema prioritario para la patronal y para el país', afirma. El presidente cuenta que, desde hace más de un año, mantienen una mesa de trabajo con los tres agentes implicados en la distribución de los medicamentos: las farmacéuticas, las cooperativas de distribución y la oficina de farmacia. El Ministerio de Sanidad también está muy implicado en este tema, detalla Esteve.Además, la patronal también está promoviendo que se realicen en España pruebas piloto de las tecnologías que se valoran aplicar para garantizar la trazabilidad de los medicamentos y 'que detecten qué fármacos no pertenecen al sistema'.Esteve cree que la petición de prohibir el reempaquetado de los medicamentos, para que el sistema de trazabilidad se pueda mantener, no son suficientes para acabar con las prácticas de comercio paralelo, que supone la venta de productos españoles en otros países. 'El origen de esta práctica es el diferencial de precio de hasta el 40% entre los fármacos españoles con el resto de los europeos. Sólo se acaba con este tema si se elimina esta diferencia', asegura.

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