Las televisiones privadas piden una autoridad nacional de supervisión
El sector audiovisual privado español firmó ayer, en el marco de la V Reunión de los Presidentes del Club Málaga Valley, el denominado protocolo de Málaga de cara a la inminente tramitación de la Ley General Audiovisual. El manifiesto, al que puede adherirse cualquier entidad que apruebe sus postulados, propugna la distinción en cuanto a objetivos, financiación y contenidos de los medios audiovisuales de titularidad pública y los de titularidad privada, según se informó en un comunicado.
En este sentido, el protocolo, en el que han participado la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (Uteca) y la Asociación Española de Televisiones Digitales Privadas Autonómicas y Locales (Asodal), reclama a los poderes públicos competentes 'que pongan fin a la publicidad en la televisión pública y la obligación de que los contenidos de sus programas y parrillas sean de servicio público, incluyendo en esta obligación la racionalización de los horarios, en los que debe primar el interés general y no el comercial'.
Uteca y Asodal, con el respaldo del club, instaron también a la creación de una autoridad nacional especializada en el sector audiovisual, con funciones en materia de régimen jurídico de títulos habilitantes para el ejercicio de la actividad, fomento de la competencia y la resolución de conflictos.
El protocolo también aborda otras cuestiones 'claves', como 'la 'necesaria regulación' de un régimen más flexible y adaptado a las necesidades del mercado de los títulos para poder ejercer como profesional.
En la clausura de esta quinta reunión de Club Málaga Valley, el consejero delegado de Telecinco, Paolo Vasile, criticó la incoherencia de las televisiones públicas por potenciar contenidos que no complementan el servicio público, sino que 'se solapan con lo que las televisiones privadas llevamos a cabo'. A su juicio, el sector de la televisión acrecentó su crisis con la llegada de la TDT debido a la multiplicación de la oferta.
El Málaga Valley pretende convertir a esta ciudad en la zona más importante de excelencia tecnológica de Europa.