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Crisis financiera

Francia entró en recesión económica en el tercer trimestre

Francia se convirtió ayer, tras Irlanda, en el segundo país de la zona euro que entra en recesión. El PIB cayó un 0,1% en el tercer trimestre. Alemania puede ser la siguiente, según auguró ayer el ministro de Finanzas alemán, Peer Steinbrueck.

La mancha de la recesión se extiende por la Unión Europea con rapidez. El Banco de Francia confirmó ayer que la economía francesa se encuentra en recesión tras registrar una contracción del 0,1% del PIB en el tercer trimestre. De este modo, Francia se convierte en la segunda economía de la zona euro, después de Irlanda, en registrar dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo.

En concreto, la economía gala ya sufrió una contracción del 0,3% en el segundo trimestre de 2008, lo que supone, de confirmarse los datos del Banco de Francia, que se encontraría en situación de recesión por primera vez desde 1993.

Y la próxima en caer puede ser Alemania, cuyo PIB se contrajo un 0,5% en el segundo trimestre. Así lo advirtió ayer el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbrueck, quién aseguró en una entrevista que la economía alemana podría estar entrando en una recesión y el próximo año probablemente registre un crecimiento anémico, en torno al 0,2%, frente a las previsiones oficiales, que apuntaban a un incremento del 1,2%. El ministro de Economía, Michael Glos, presentará mañana la actualización de estas previsiones, que probablemente reflejarán esas menores expectativas de crecimiento para 2009.

Este fuerte deterioro de la situación económica ha pillado a contrapié a algunos países, como Bélgica, que además han tenido que hacer un fuerte desembolso económico para salvar a algunas entidades financieras como Dexia o Fortis. Sin embargo, el Ejecutivo belga sorprendió ayer al acordar un proyecto de presupuesto para 2009, en el que contempla no llegar al déficit y en el que se reservan cierto margen para nuevas medidas sociales. En los últimos cuatro días, las negociaciones fueron continuas para buscar 2.000 millones de euros para cuadrar las cuentas nacionales. Finalmente, el equilibrio se ha conseguido a través de varias medidas poco habituales, entre las que destaca la petición a las regiones del país para que aporten 800 millones de euros a las cuentas del Gobierno federal.

Sin embargo, Flandes, la región más rica, mantuvo al final del proceso de negociación que no podrá aportar de forma directa los 500 millones de euros que se le demandan, de modo que las discusiones tendrán que continuar en los próximos días.

Esas medidas sociales que se reserva el Ejecutivo belga contarán con un margen presupuestario de 1.000 millones de euros, y entre ellas se incluye la distribución de cheques para pagar electricidad, gas y gasóleo para calefacción o la indexación de los salarios vigentes en el país para ajustarlos a la inflación de manera periódica.

Una solución mucho más ortodoxa frente a la recesión ha tomado el gobierno de Irlanda, que se ha decantado por una fuerte subida de impuestos para sanear las cuentas públicas, 'dañadas por la situación fiscal y económica más adversa de los últimos veinte años', según aseguró ayer el ministro de Economía, Brian Lenihan.

El déficit de las arcas públicas en Irlanda se situó en 9.400 millones de euros durante los primeros nueves meses del año. Para corregir este desequilibrio, el Ejecutivo ha decidido subir los impuestos a través de un nuevo gravamen del 1% para aquellas personas cuyos ingresos lleguen hasta los 100.000 euros anuales y del 2% para los que superen esa cifra. 'Necesitamos la solidaridad de todos los contribuyentes', declaró Lenihan, quién auguró que el PIB de Irlanda bajará un 0,5% en 2009 y que la economía seguirá en recesión ese año.

Otra de las medidas anunciadas por el gobierno irlandés es una fuerte bajada salarial a la que se tendrán que someter los ministros, a los que se les reducirá un 10% el sueldo durante el próximo año, y el encarecimiento de los impuestos que gravan los carburantes.

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