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Largo camino

El PSOE afronta una compleja tramitación parlamentaria de los Presupuestos

El Gobierno necesitará de apoyos añadidos a los del Partido Nacionalista Vasco para sacar adelante los Presupuestos estatales de 2009 si no quiere arriesgarse a perder numerosas votaciones en el articulado del proyecto de ley que trastoquen seriamente su contenido. El Grupo Socialista intentará amarrar hoy el acuerdo con los nacionalistas vascos.

La primera prueba de fuego le llegará a los Presupuestos entre el 21 y el 23 de octubre cuando el Gobierno tenga que afrontar las enmiendas de totalidad que con casi total seguridad presentarán por separado el PP, CiU, IU, Esquerra Republicana y parte del Grupo Mixto. Para evitar que el proyecto de ley sea devuelto y, por tanto, una severa derrota política, el PSOE necesitará en dicho debate, como mínimo, del apoyo de los seis diputados del PNV y del respaldo del Bloque Nacionalista Gallego, que aporta dos votos. Le bastará la mayoría simple y su logro dependerá también de los escaños vacíos, pero aunque logre sacar adelante en primera instancia el proyecto no habrá sino inaugurado un calvario parlamentario que se explica por su corta mayoría, 169 diputados, y la ausencia de alianzas estables. Fuentes del Grupo Socialista definen esta negociación como una de las más complejas de las vividas en las últimas legislaturas, a pesar de que juega con una cierta ventaja procedente del coste político que, en las actuales circunstancias económicas, podría tener el rechazo a los Presupuestos por algunos partidos, especialmente CiU y PNV, sobre todo a la vista de las partidas de inversión que incorporan para Cataluña y el País Vasco y que rondan los 10.000 millones.

Si el proyecto de ley consigue superar el rubicón del debate de totalidad, la batalla se trasladará a la comisión parlamentaria, donde puede producirse tal cruce de alianzas que de la noche a la mañana los Presupuestos se den la vuelta como un calcetín. Para evitarlo, el Gobierno no tendrá más remedio que admitir enmiendas de los nacionalistas vascos, de los catalanes y de los grupos minoritarios. En total, se espera que se debatan en dos o tres jornadas alrededor de 5.000, lo que da una idea de la profundidad con la que se abordarán iniciativas que incorporan un baile de gasto potencial por importe de miles de millones. Sin incluir la aportación al servicio público de empleo, los Presupuestos de 2009 prevén 155.604 millones en gastos del Estado.

Para ponérselo más difícil todavía al Gobierno, el PP ha trasladado al Ministerio de Fomento casi 700 preguntas por escrito que deberá contestar el departamento en fechas acotadas para que el principal partido de la oposición pueda plantear sus enmiendas con conocimiento de causa. Una posible alianza entre el PSOE y el PNV sin más no sólo se quedaría corta en comisión, sino que tampoco sería suficiente en el trámite final de pleno para sacar adelante el articulado parcial como desearía el Gobierno. La suma de los votos de socialistas y nacionalistas vascos ponderaría como un empate, de ahí la obligación que tiene el Ejecutivo de conseguir el apoyo de algún grupo pequeño de la Cámara. El único que no ha mostrado una negativa expresa a respaldar el proyecto de ley ha sido el BNG, que gobierna Galicia con el PSOE.

De no sumar una mayoría holgada en la discusión de los Presupuestos en comisión, el Gobierno se arriesga a ver tumbadas secciones enteras y con ellas la totalidad del proyecto ya que el Tribunal Constitucional tiene establecido que si al final triunfa el veto sobre un Ministerio cae el Presupuesto en su conjunto. Como cajón de sastre queda la sección 31, todo un desahogo para el Gobierno porque en ella puede encajar las contrapartidas que ofrezca a los grupos que le den su apoyo.

Mientras tanto, los navarros de UPN decidieron este fin de semana abstenerse en el próximo debate de totalidad de los Presupuestos, lo que supone un balón de oxígeno al Gobierno. No obstante, PP y UPN mantienen conversaciones para que no se rompa el pacto entre ambas formaciones.

æscaron;ltimos intentos para lograr una mayoría holgada

Para evitar sustos de última hora en el debate de totalidad de los Presupuestos, el Grupo Socialista intentará hoy atar cabos con el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, necesitado de que el Gobierno realice algún gesto de buena voluntad para justificar en el País Vasco su apoyo. Las dificultades encontradas por el PNV para que el Ejecutivo transfiera a esta comunidad autónoma la formación ocupacional y las competencias sobre I+D+i han puesto a la defensiva a los nacionalistas vascos, sobre todo a quienes han tenido que dar la cara en las últimas semanas para defender internamente las ventajas de acompañar al Gobierno en esta andadura. La negociación con los nacionalistas vascos se ha endurecido en los últimos días y no hay nada cerrado. El miércoles, habrá reunión con CiU en un último intento de que reconsidere su enmienda de totalidad.

¿Veto del Senado?

Si la aritmética anda tan ajustada para el PSOE en el Congreso, más aún lo está en el Senado, donde no se descarta un veto al Presupuesto. Esta derrota conllevaría ventajas para Economía: no tendría que mover una coma del proyecto procedente de la Cámara Baja.

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