El mundo político debe tener una sola voz
Hace un mes, el 7 de septiembre, la puesta en tutela pública de Fannie Mae y Freddie Mac, los dos gigantes del crédito hipotecario estadounidense, causó sensación. La nacionalización parcial de los ocho primeros bancos británicos decidida el 7 de octubre causa aún más estupefacción (...).
Cuando los europeos se reúnen y toman medidas protectoras, les cuesta trabajo convencer de sus opiniones (...).
Las instituciones más sólidas lo ven todo negro. El martes, el FMI estableció nuevas previsiones aún más pesimistas que las precedentes. Y según éste, lo peor está por venir (...).
En estas circunstancias, los ministros de Finanzas del G-7, que se reúnen mañana en Washington antes de las asambleas del FMI y del Banco Mundial tienen una responsabilidad sin equivalente desde la creación de esta institución. Les corresponde intentar restablecer la confianza haciendo alarde de una unidad que no sea sólo una fachada en asociación con los países emergentes. En cuanto a los jefes de Estado y de Gobierno, deben rápidamente hacer evolucionar esta estructura -el G-7- creado después del primer choque petrolero y hoy desbordada. Nueva cumbre de Bretton Woods o no, el mundo político debe hablar con una sola voz.