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Hacia un nuevo orden financiero

Los países europeos del G-7 renuncian a una acción conjunta para salir de la crisis

La mini cumbre promovida por Sarkozy propone una acción coordinada de los gobiernos de la Unión pero serán éstos individualmente los que pondrán los medios.

Para responsabilizar a los dirigentes de las entidades financieras, cada uno de los cuatro países europeos del G-8 se comprometió a que en caso de que alguna entidad necesite ayudas públicas "los dirigentes que han fallado sean sancionados", explicó el presidente francés, Nicolas Sarkozy, al término de una mini cumbre en París.

Sarkozy, que compareció ante la prensa con los jefes de Gobierno de Alemania, Angela Merkel, Reino Unido, Gordon Brown, e Italia, Silvio Berlusconi, hizo un llamamiento para organizar "una cumbre internacional lo más pronto posible con los estados más concernidos sobre la reforma del sistema financiero mundial".

"Queremos sentar las bases de un capitalismo empresarial y no del especulador (...) un nuevo mundo en el que la gente pueda tener confianza", argumentó el presidente en ejercicio de la UE, que dijo que esta posición demuestra que "ante una crisis mundial, Europa existe y tiene una respuesta".

Regulación y control a nivel mundial

La propuesta para esa reforma salida de la mini cumbre, en la que también participaron los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, consta de cuatro puntos básicos.

El primero es que "todos los actores del sistema financiero deberán estar regulados, no sólo los bancos", lo que incluye las agencias de calificación, los bancos de inversión y los fondos especulativos.

El segundo se refiere a una modificación de las normas contables "para evitar burbujas especulativas cuando las cosas van bien, y la escasez de liquidez -como ahora- cuando las cosas van mal".

Los otros dos puntos son un "refuerzo del control político" de las instituciones internacionales encargadas de regular los mercados para garantizar "la coherencia de sus acciones" y la creación en tiempo de crisis de un grupo de trabajo entre supervisores del mercado, bancos centrales y ministerios de Finanzas.

Berlusconi avanzó que esa reforma del sistema financiero internacional se hará "a través del G-14", que además de los siete países más ricos incluye a los principales Estados en desarrollo.

Por último, de aquí a finales de mes se modificarán las normas sobre la clasificación de los activos en los balances de las entidades bancarias "para poner a los bancos europeos en la misma línea que sus competidores internacionales", justificó Sarkozy.

El presidente francés trató de calmar las suspicacias de los países europeos que no participaron en la reunión de este sábado, y dijo que ha hablado y lo seguirá haciendo con otros líderes, y en concreto anunció que almorzará con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aunque no especificó la fecha.

La clave de la confianza

Merkel insistió en que lo acordado en esta mini cumbre "es una contribución a la confianza en el sistema financiero" y señaló que se ha pedido a la Comisión Europea un "diálogo" con Irlanda por su decisión de garantizar sin límites los depósitos en los bancos de su país, con el riesgo de desencadenar transferencias masivas de dinero desde entidades de otros países.

"Tenemos que tener un enfoque equilibrado" y para eso no se deben infringir las reglas de la competencia, lanzó la canciller a modo de advertencia.

Brown puso el acento en que "se asegurará la liquidez para preservar la estabilidad y la confianza" del sistema bancario.

Trichet se mostró satisfecho por los resultados de la mini cumbre, en especial porque va a "reforzar la confianza, que es el elemento más importante" en las actuales circunstancias.

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