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Hacia un nuevo orden financiero

El euro, en mínimo de 13 meses

El euro cotizó ayer a los niveles más bajos en un año, después de que el BCE sugiriera en la rueda de prensa posterior a su reunión mensual la posibilidad de un inminente recorte de tipos. La moneda perdió la referencia de 1,4 dólares, que los expertos veían como un suelo sólido para este año, y cotizó en el entorno de 1,38 dólares por unidad.

El euro, en mínimo de 13 meses
El euro, en mínimo de 13 mesesBLOOMBERG

ue la economía europea anda maltrecha no constituye novedad para nadie. Sí lo es, en cambio, que el Banco Central Europeo (BCE) dedique más tiempo a hablar sobre esta delicada coyuntura que a su mantra habitual sobre las presiones inflacionarias y la estabilidad de precios. Más novedad es incluso que la entidad monetaria reconozca abiertamente que su comité ha discutido la posibilidad de un recorte de tipos. Eso fue lo que sucedió ayer sobre las 14.00 horas y la consecuencia fue el inmediato deterioro del euro frente al dólar. La divisa europea llegó a dejarse un 2% y a cotizar a menos de 1,375 dólares por primera vez en el año. Luego, la moneda se apreció rápidamente y comenzó a cotizar en el entorno de 1,38. Desde el máximo de julio, en 1,6 dólares, la divisa cae el 14%.

La moneda de Los Quince (que el año que viene serán 16 con la incorporación de Eslovaquia) también cedió terreno contra el yen japonés (-2,7%), la libra esterlina (-0,9%) o el franco suizo (-0,7%), entre otras divisas.

'La reciente intensificación de la crisis financiera ha alarmado claramente al BCE y un recorte de tipos antes de que acabe el año es ahora una probabilidad inequívoca', advierte Sebastian Mackay, economista de la gestora SWIP. 'Es probable que las consecuencias en la economía real de una crisis de crédito sean significativas y que eso implique una serie de recortes en los tipos de interés en un futuro próximo', confirma Peter Hensman, director de estrategia de Newton, gestora de BNY Mellon.

Pérdida de atractivo

La propia Comisión Europea vaticina recesión técnica (dos trimestres consecutivos de contracción del PIB) para algunos países, entre ellos España. Estas malas perspectivas se dejan notar en la evolución del euro, en la pérdida de atractivo de los activos denominados en euros y en la huida hacia la calidad. De hecho, el Euro Stoxx 50 cae en el año más de un 31,6%, eso es siete puntos más que el S&P 500, que está en el epicentro de la crisis, aunque a la velocidad que transcurren los acontecimientos, las tornas pueden cambiar de inmediato.

Los cambios en las divisas desencadenan un movimiento telúrico que se aprecia en todo tipo de mercados. El índice CRB Reuters de materias primas está en mínimos del año. Al calor de la apreciación del dólar, el oro se depreció ayer por tercera jornada consecutiva y ha perdido cerca de 65 dólares por onza en el transcurso (-7,4%). Otro tanto de lo mismo sucede con el petróleo, negociado en dólares, que se ha caído un 7% en dos días.

Otro dato relevante es la evolución de la renta fija, que toma su nombre del hecho de que el titular de los bonos recibe periódicamente el pago de un cupón que es una cantidad fija. Lo que varía es el valor mismo del cupón. Por eso, el rendimiento en porcentaje va en sentido inverso al precio del activo: cuanto más caro es el bono, más baja es la rentabilidad. El rendimiento de las notas del Tesoro de EE UU a tres meses cayó ayer un 20,3%. En las últimas tres semanas, la rentabilidad ha bajado un 63%. En Europa, la brecha entre el bund alemán a 10 años, el valor más líquido de la renta fija europea, y el bono español está cerca de máximo histórico y supera los 0,5 puntos porcentuales, a pesar de que ambos tienen la misma calificación crediticia.

¿Acción concertada?

Las dudas sobre la UE son crecientes, pero EE UU tampoco está en una situación mucho mejor, lo que ha suavizado la trayectoria descendente del euro. En algunos foros económicos empieza a reclamarse una acción concertada. 'Sería un fuerte gesto simbólico que la Fed bajase 50 puntos básicos los tipos para enviar al mercado la señal de que se toma este asunto muy serio. Y la Fed debería reclutar al resto de bancos centrales en una acción coordinada', sugiere el nuevo responsable de Morgan Stanley Asia, Stephen Roach.

El consenso de mercado es que, dada la mala situación de Europa, el euro será una moneda perdedora en 2009. Las previsiones apuntan a un cambio de 1,3 dólares el año que viene; una estimación que pronto podría ser revisada.

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