Palin supera expectativas ante un comedido Biden
La intensa preparación a la que se ha sometido la candidata republicana a la vicepresidencia fue determinante para evitar repetir el fiasco de sus únicas dos entrevistas. Tanto ella como su oponente Joe Biden trataron de conquistar a la clase media y presentarse como los timoneles del cambio en Washington.
Sarah Palin superó ayer las bajísimas expectativas que sobre ella tenían quienes han seguido sus últimas intervenciones públicas. La candidata republicana a la vicepresidencia tuvo frente a ella en el único debate que tendrá en la campaña a un Joe Biden que fue tan cuidadoso a la hora de no cometer errores que no aprovechó ninguna de las ocasiones que tuvo para rebatirla con la contundencia de la que ha hecho gala en otras ocasiones.
Ambos se presentaron ante la audiencia como los representantes de una clase media americana cuyos problemas económicos con esta crisis se han convertido en la prioridad absoluta de la campaña. Y los dos prometieron el cambo en Washington, el tema recurrente de esta campaña.
Palin confió más en la forma que en la sustancia y Biden recordó que John McCain, el candidato republicano, no hace más que cambiar de opinión con respecto a la economía y que una de sus primeras conclusiones en los últimos días es que los fundamentos económicos están bien.
Economía, medio ambiente, política social e internacional y, por insistencia de Palin, energía fueron los temas de una sesión cuyo rígido formato evitaba la confrontación y el mano a mano directo entre los dos políticos. El tono del debate fue calmado y extremadamente diplomático. Ni ella fue tan agresiva como lo ha sido en sus discursos ni él aprovechó sus momentos más flojos.
Palin sorprendió positivamente a la audiencia el mismo día en el que The Washington Post publicaba una encuesta en la que se evidenciaba que el efecto de su nombramiento se estaba desinflando y otras encuestas apuntaban a que su candidatura, la de John McCain perdía posiciones en estados clave. Las dos únicas entrevistas que ha concedido a una prensa de la que, en general, se mantiene muy apartada, fueron demoledoras con su imagen al evidenciar falta de coherencia en sus ideas y discurso.
En los últimos días, Palin se ha encerrado para preparar este debate con muchos de los asesores de McCain y el resultado ayer fue evidente. La gobernadora de Alaska pareció segura como un opositor que se sabe la lección, habló con soltura con un lenguaje de la calle (interjecciones populares incluidas) y muy directo si bien demasiado ensayado y no siempre certero con los hechos ni concreto. Incluso el gobernador demócrata y ex candidato, Bill Richardson afirmó que "Palin ha parado la hemorragia".
Pese a la mejora general de su imagen, en muchas ocasiones fue evidente que no quiso contestar a las preguntas y respondió como muchos los políticos, respondiendo no a la pregunta que le habían hecho sino a la que hubiera querido que le hicieran. Cuando se la forzaba a dar respuestas específicas, volvía al guión, algo que no hizo Biden quien incluso llegó, como hace Barack Obama, a abusar de los datos. De hecho, en muchas ocasiones abandonaba la pregunta y sobre todo, al hablar de economía, solo quería hablar de política energética.
Con respecto a la crisis, Palin mostró una cierta incoherencia al decir que era necesaria una mayor regulación, algo que hasta ahora no había estado en el programa de McCain, pero a la vez señalar que el Estado tenía que ser menos protagonista por que en general es más un problema que una solución para los ciudadanos.
Biden se mantuvo alejado del cuerpo a cuerpo para evitar ser condescendiente o excesivamente duro. El candidato sonrió menos, fue más al detalle, sobre todo en el terreno internacional, pero en general estuvo mucho menos exuberante que su oponente. Atacó con diplomacia la postura de McCain en Irak y defendió la diplomacia. El resbalón de McCain con respecto a econtrarse con José Luis Rodríguez Zapatero volvió a resurgir y Biden echó en cara a Palin que McCain no quisiera reunirse con un aliado miembro de la OTAN y con tropas en Afganistán.
Pese a brillar menos en la forma que su oponente, Biden se fue creciendo a lo largo del debate y resultó convincente. Según una encuesta rápida de CNN, el 51% de la audiencia dijo que lo hizo mejor frente al 36% que dieron a ella la mejor nota . La cadena CBS hizo una limitada encuesta con votantes no decididos que se inclinaron en un 46% por Biden frente a un 21% por Palin.