Inteligencia financiera para sortear la crisis en las pymes
Diversificar bancos y negociar con la liquidez, estrategias ante la crisis de financiación.
No hace mucho que las pequeñas y medianas empresas eran inundadas por las ofertas de las entidades financieras, en cambio, ahora cada vez tienen más dificultades para obtener financiación que les permita desarrollar su actividad. Las pymes son unas de las víctimas de la crisis financiera internacional. 'Su vida nunca ha sido fácil, pero cuando las entidades no están concediendo créditos, las pymes están obligadas a buscarse la vida', declara Paz Ambrosy, directora de Relaciones Corporativas de IE Business School.
El presidente de la Confederación Españolas de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, reclamaba recientemente una solución, porque de lo contrario las pymes no tendrían una vía de oxígeno. Es una dinámica envenenada. 'Los bancos no prestan dinero, salvo renovaciones de riesgos o créditos ya concedidos, y los que pueden evitan o rebajan las operaciones a lo imprescindible, con lo que las empresas no pueden acometer nuevos proyectos. Los contratos se paralizan porque a los clientes les pasa lo mismo y las empresas tampoco les pueden dar mucho crédito porque no tienen margen', explica Roberto Alonso, director financiero del Grupo Timenta, entidad que ofrece soluciones integrales e instalaciones llave en mano en el sector de la panadería y pastelería.
El difícil contexto exige el desarrollo de nuevas estrategias. Robert Tornabell, profesor de Esade, recomienda antes de endeudarse, trabajar con el 'crédito espontáneo' de los proveedores. 'Ahora todos quieren vender, y los compradores pueden conseguir pagos aplazados'. También considera una opción que si una pyme tiene liquidez, la haga valer. 'Los bancos y cajas pueden pagarle entre el 6 y 7% TAE y abonar los intereses por anticipado'. Otra baza de negociación con las entidades financieras es el domicilio de la nóminas regulares.
Este experto recuerda que no es precisamente el momento de casarse con un solo banco o caja. 'Con esta crisis no recomendaría limitarse sólo a una entidad. Es el momento de diversificar. La banca está hambrienta de depósitos, como no tiene fuerte demanda de hipotecas, las pymes les pueden dar mucho negocio'.
Porque la actividad tiene que continuar y se precisan inversiones, Tornabell explica que algunos sectores pueden obtener financiación del fabricante de la máquina más barata que la del sistema bancario. 'Los proveedores suelen ser grandes empresas, como Mazak o Brown Bovery, y si son extranjeros, sus gobiernos suelen darles financiación subvencionada, pues el Consenso OCDE lo permite para bienes de equipo. Pueden ahorrarse hasta tres puntos en tipos de interés, plazos más largos, y si son de la zona euro no tienen riesgo de cambio'.
Paz Ambrosy no cree que existan fórmulas matemáticas que resuelvan los problemas de las empresas. Trabaja mucho con pymes, conoce el caso de compañías que aun estando bien gestionadas se encuentran en una situación delicada. Lo que les aconseja es generar cash flow y rentabilidad, que dé confianza a los bancos para seguir teniendo líneas de crédito, porque 'esta es una crisis de confianza, el problema lo tienen los bancos'.
Malos tiempos para endeudarse
La crisis financiera ha vuelto más conservadoras a bancos y cajas. Se conceden menos créditos, lo que lleva a las pequeñas y medianas empresas a operar con varias entidades para conseguir préstamos. Robert Tornabell recuerda que tradicionalmente las pymes han trabajado con varias entidades. 'Cuando dominaba la financiación por letras, convenía tener muchos bancos y alguna caja, porque las líneas eran limitadas. Cuando el descuento de letra ya no se utiliza, no hacen falta tantos bancos, aunque ahora es el momento de tener varios', precisa el profesor de Esade. 'Hoy en día en el mundo de la empresa no conviene ser fiel a nadie', insiste.Paz Ambrosy reconoce que los bancos se han acercado mucho a las pymes y cree que son pocas las compañías que trabajan con una sola entidad.El contexto actual beneficia a las empresas que han sabido autofinanciarse. Pefipresa, filial de una empresa alemana Minimax, especializada en instalaciones de protección contra incendios, es un ejemplo. 'No tenemos créditos con bancos, por tanto podemos aguantar la crisis financiera, el problema es que el mercado está repercutiendo sobre los clientes', explica Adrián Gómez, director general. A su juicio, a las empresas no les quedan muchas oportunidades de negociación, además, cambiar de banco tampoco es una garantía porque las políticas de financiación de las entidades no se diferencian. 'La crisis les ha vuelto más conservadores', asegura.
Algunas recetas
Paz Ambrosy recomienda a las empresas 'seguir haciendo los deberes'. Contar con un presupuesto B, que prevea un escenario de caída de ventas, reducir los costes al máximo, no repartir dividendos y generar un colchón para los próximos dos o tres años. Además, intentar diversificar el negocio en el exterior e invertir en innovación. 'Es la única manera para que las empresas puedan sobrevivir'.Robert Tornabell propone, por su parte, un control de costes, la introducción de robots (algunos se amortizan en dos años, trabajando tres turnos al día) y la subcontratación de piezas en terceros países emergentes.