El BCE dice que la 'prioridad' es devolver la normalidad al mercado
El consejero del Banco Central Europeo (BCE), el español José Manuel González Páramo, reconoció ayer que las tensiones financieras no sólo no han terminado sino que se han 'intensificado' en las últimas semanas, pero aseguró que la vuelta a la normalidad es 'nuestra primera prioridad'. En una conferencia organizada por Euromoney, González Páramo aseguró que 'en 2009 las condiciones de los mercados financieros se habrán tranquilizado', gracias entre otros factores a que los bancos centrales 'seguirán trabajando de forma conjunta y estrecha'.
Consideró que las acciones coordinadas que han tomado hasta el momento los bancos centrales 'han demostrado ser eficaces en el alivio de las tensiones en el corto plazo', aunque insistió en que se seguirán adoptando 'las medidas apropiadas según sea necesario para hacer frente a las presiones de financiación'. 'Más que nunca, es nuestra prioridad devolver a los participantes en el mercado a una situación de liquidez y estabilidad', declaró.
Más transparencia
No obstante, como 'la volatilidad se mantiene en niveles elevados', abogó por una 'plena y rápida aplicación' de las recomendaciones del Foro sobre Estabilidad Financiera, que reúne a los representantes de los bancos centrales y de las finanzas y regulación de los siete países más industrializados del mundo. Este foro ha pedido aumentar la transparencia de los mercados, el control de los principales bancos del mundo y la mejor gestión del riesgo.
Entre los posibles nuevos pasos a dar, señaló además que los bancos centrales 'deberían tomar medidas para fortalecer su capacidad para contrarrestar los problemas en la distribución internacional de liquidez'. Abogó por continuar con la 'coordinación y distribución de divisas' a los sistemas financieros locales, gracias a los acuerdos de intercambio que han firmado multitud de bancos centrales. Además, apostó por ampliar las garantías que pueden presentar las grandes entidades ante los bancos centrales para obtener financiación.
Esa medida permitiría 'aliviar las necesidades de liquidez de los grandes bancos internacionales', lo que 'contribuiría a paliar los riesgos de contagio de liquidez en los sistemas de pago', donde el grueso de la actividad proviene de las grandes entidades. En cualquier caso, el consejero del BCE reconoció que las inyecciones de liquidez pueden tratar su falta en los mercados pero 'están pobremente dirigidas a afrontar las preocupaciones sobre la solvencia de entidades individuales'.