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Energía

Caja Madrid va sola a la puja del déficit tarifario, que queda desierta

Jarro de agua fría para los organizadores de la subasta del déficit de tarifa y para las eléctricas, a las que se adeuda por este concepto 3.800 millones. La puja quedó desierta 'por el estrangulamiento de la liquidez', según la CNE. Sólo Caja Madrid se presentó, pero su oferta no se consideró adecuada.

Los peores augurios se han cumplido. La tercera subasta del déficit de tarifa ex ante que celebró ayer la Comisión de la Energía ha quedado desierta. Sólo una entidad financiera, Caja Madrid, se atrevió a acudir a una puja en la que estaban en juego 3.800 millones de euros que el Gobierno reconoce este año a las eléctricas, y que ha fracasado por 'el estrangulamiento de la liquidez en los mercados financieros', según una nota remitida por la CNE.

Frente a la anterior subasta, que se celebró en junio, y a la que acudieron todos los grandes bancos españoles, en esta ocasión sólo lo ha hecho la caja madrileña, pese a que el viernes pasado se habían interesado ocho entidades. Con todo, el regulador energético, que no ha dado detalles de la oferta solitaria, consideró que ésta no era la adecuada. En la última puja se adjudicaron 1.300 millones de euros a dos bancos (Dexia Sabadell y Depfa) al euríbor más 65 puntos básicos (a un tipo de interés del 6,5%).

También la primera subasta para colocar el déficit de tarifa, que se celebró en noviembre de 2007, quedó desierta por falta de ofertas adecuadas (sólo se presentaron el Santander y BBK). Sin embargo, en aquella ocasión, el fracaso se explicó por la falta de seguridad de un producto financiero de nuevo cuño, que fue mejorado con posterioridad por el Gobierno. Pese a la mayor seguridad de esta deuda, la crisis financiera ha llegado en el peor momento para esta subasta.

La mesa de adjudicación, formada por representantes de la Dirección General del Tesoro, del Ministerio de Industria y de la CNE, se reunió ayer y la declaró desierta. Según una nota del regulador, 'dada la aguda crisis que padecen los mercados financieros y la muy grave falta de confianza generalizada, se observa un estrangulamiento de la liquidez y una falta de mercado para la mayoría de los productos financieros, independientemente de su naturaleza'.

Además, añade, 'en los días de presentación de las ofertas esta situación se ha visto agravada por las turbulencias específicas en el sistema financiero europeo, conduciendo a un cierre práctico de los mercados y a una extrema dificultad para los potenciales participantes en conseguir financiación'.

Según la Comisión, 'estas circunstancias han afectado al número y características de las ofertas finalmente presentadas' y considera que el mercado no ha discriminado, pues existe 'una percepción del riesgo alejada de la que cabría esperar del ofrecido en esta subasta'.

Situación crítica para las empresas eléctricas

Aunque entre las eléctricas reconocen que la tercera subasta del déficit de tarifa (el que se produce cuando los ingresos de la tarifa no cubre los costes) ha coincidido con la cresta de la crisis financiera, lo cierto es que 'es un producto que siempre ha tenido problemas', señalan fuentes empresariales.'La primera quedó desierta; en la segunda sólo se colocó la mitad del déficit y ésta ha vuelto a fracasar. ¿Hacen falta más pruebas?', se preguntan las mismas fuentes. æpermil;stas consideran que el problema está en que los ingresos del sector no están garantizados en el futuro porque el Gobierno 'no parece dispuesto a subir la tarifa para ajustarla a los costes'. Algo 'que saben los bancos', añaden.Por otra parte, hay quien asegura que el Banco de España no apoya el producto. De hecho, ni este sistema de reconocimiento previo del déficit, que coloca mediante una subasta la CNE, ni el anterior, en el que las eléctricas titulizaban una deuda que se les reconocía después de que se generaba, ha sido de la confianza de los bancos españoles. Prácticamente siempre, la deuda la adquirían entidades extranjeras.Para más inri, la matriz de uno de los bancos que se adjudicaron la mitad de la segunda subasta, el francés Dexia, se ha visto afectado por la crisis de Lehman Brothers y ha necesitado una inyección de liquidez.Al presentarse en solitario, Caja Madrid ha podido demostrar que no tiene problemas de liquidez, aunque también hay quien considera que 'ha sido un gesto de buena voluntad frente Banco de España'.De momento, las eléctricas, especialmente Endesa e Iberdrola, a las que corresponde el 80%, 'tendrán que seguir financiando el déficit y también sus inversiones'. Con todo, es una deuda a cuenta que ya tienen reconocida a largo plazo.

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