Bruselas propone una norma para restringir las inversiones en productos de alto riesgo
La Comisión Europea propondrá mañana una norma cuyo objetivo es restringir las inversiones de los bancos comunitarios en productos de alto riesgo y evitar así que se repita el 'efecto contagio' que han provocado los activos tóxicos que tienen su origen en las hipotecas de alto riesgo estadounidenses.
El contagio de los activos tóxicos norteamericanos está golpeando ahora a Europa y ha obligado a las autoridades públicas a intervenir en los últimos días para rescatar bancos en Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica, Países Bajos o Luxemburgo.
La iniciativa que se presentará este miércoles es una de las principales medidas promovidas por el Ejecutivo comunitario para prevenir futuras turbulencias financieras y lograr una mejor gestión de los riesgos por parte de las entidades financieras.
Se trata de reformar la denominada directiva sobre la adecuación de capital, que establece los recursos propios mínimos con los que deben contar los bancos de acuerdo con los riesgos que asumen. La directiva traslada a la legislación comunitaria el acuerdo internacional Basilea II.
Con esta reforma, Bruselas quiere prohibir a los bancos de la UE invertir en instrumentos con riesgo transferible, como titulizaciones de créditos, a menos que la entidad que les haya vendido este tipo de producto conserve al menos el 5% como medida de seguridad. De este modo se garantiza que el creador de estos productos esté expuesto a los mismos riesgos que los bancos que los compran y así no se atreva a vender activos tóxicos porque en última instancia él también resultaría perjudicado.
Durante la fase de consulta previa a la elaboración de esta norma, España y otros Estados miembros han criticado la iniciativa de Bruselas por considerar que las obligaciones que impondrá son difíciles de cumplir y podrían ocasionar desventajas competitivas a los bancos de la UE en comparación con los del resto del mundo.
El Ejecutivo comunitario propondrá también crear "colegios de supervisores" para controlar a los grupos bancarios que tengan actividades en más de un Estado miembro. Estos colegios reunirán a las autoridades de control de los diferentes países en los que esté presente la entidad paneuropea. La estructura se inspira de las reglas que se están preparando para el sector de los seguros.