Bruselas abre de nuevo el debate para incluir la banda ancha como servicio universal
La Comisión Europea lanzó ayer un debate para ver si es necesario incluir el acceso a internet de banda ancha entre las obligaciones de servicio universal para las operadoras europeas. Este paso se produce después de la presentación de un informe sobre la penetración de internet en Europa que pone de relieve que hacen falta más esfuerzos para garantizar 'banda ancha para todos' los ciudadanos europeos. El Ejecutivo comunitario mantiene su objetivo de que en 2010 todos estén conectados a banda ancha.
A pesar de que entre 2003 y 2007 el uso de banda ancha en el conjunto de la Unión Europea se ha multiplicado por tres -hoy la banda ancha llega al 36% de los hogares europeos, frente al 12% en 2003- las diferencias en los índices de penetración entre estados miembros siguen siendo notables, especialmente en el caso de las zonas rurales. Sin embargo, el 7% de la población europea todavía no está conectada a banda ancha, un porcentaje que en el caso de las zonas rurales se eleva hasta el 30%.
En España, el 91% de la población tiene acceso a banda ancha por línea fija a escala nacional, frente al 93% de media comunitaria. Bélgica, Dinamarca, Luxemburgo y Reino Unido garantizan el acceso a banda ancha al 100% de sus respectivas poblaciones, según datos de 2007 que maneja la Comisión Europea. En el otro extremo, se sitúan Rumanía -sólo el 35% de su población tiene acceso a banda ancha- y Polonia -65%-.
En la actualidad, el servicio universal comprende el acceso a telefonía fija, además de cabinas de pago públicas, comunicaciones por fax, comunicación de datos, incluido acceso funcional a internet -es decir, banda estrecha-, así como servicios de directorio e información por teléfono. Sin embargo, la Comisión Europea baraja ahora incluir la banda ancha en el servicio universal. Una vez recabe la opinión de los reguladores nacionales, la industria y los consumidores a lo largo de 2009, el Ejecutivo comunitario decidirá si presenta o no propuestas para actualizar en 2010 la directiva de servicio universal, que data de 2002.
No es la primera vez que Bruselas acomete esta iniciativa. Ya la estudió hace unos años, pero decidió no incluir la banda ancha en el servicio universal.