Menos gasto y fomento del empleo para crecer
Las comunidades autónomas han respondido prácticamente al unísono en cuanto han percibido los primeros efectos de la crisis económica. En primer lugar, estableciendo recortes en el gasto presupuestario; en segundo, adelgazando la plantilla de altos cargos, y en tercero diseñando planes de choque contra la crisis incidiendo en tres factores: fomento del empleo (fundamentalmente el relacionado con el sector de la construcción), impulso de la actividad empresarial y facilitar el acceso a la vivienda.
Madrid y Castilla La Mancha fueron pioneros a la hora de anunciar un recorte en los gastos presupuestarios relacionados con los cargos del gobierno regional. Así, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, hizo pública en junio la reestructuración de su Ejecutivo, que implicó la desaparición de tres consejerías (se pasó de 15 a 12) y de una vicepresidencia (de 2 a 1). El presidente de Castilla La Mancha, José María Barreda, siguió su ejemplo y suprimió igualmente cuatro consejerías y una nueva vicepresidencia. En ambos casos, los expertos han criticado las medidas por insuficientes, al considerar que el efecto sobre el gasto es mínimo. Un paso más allá dio Galicia, que anunció un recorte en las plantillas de los organismos públicos que devolvería entre 15 y 20 millones de euros al año en las arcas autonómicas.
Pero la coyuntura económica ha empeorado a la vuelta de verano y eso ha provocado un segundo movimiento en bloque de los gobiernos regionales para aprobar planes de choque sobre la crisis. La mayoría de ellos hacen énfasis en el fomento del empleo (la tasa de paro en España ya supera el 10% y en algunas comunidades como Andalucía está por encima del 16%) y la necesidad de recolocar o formar a los parados que han salido del sector de la construcción. Castilla-La Mancha acaba de aprobar un plan estratégico por el crecimiento, la consolidación y la calidad del empleo, con una duración de ochos años y una dotación de 1.200 millones. La partida presupuestaria más grande (260 millones de euros) se dedicará a formar e integrar a los trabajadores que se han quedado sin trabajo como consecuencia de la crisis económica.
El presidente de Murcia redujo anoche de 12 a 9 el número de consejerías
Tras Castilla La Mancha, Aragón y la Comunidad Valenciana han presentado también sus planes de choque incidiendo en otros factores. La reutilización de los edificios construidos con motivo de la Expo 2008 y la recolocación de los parados de la construcción son las dos prioridades para Aragón, mientras que el plan valenciano incide en el cambio de patrón de crecimiento: de una economía basada en la construcción de viviendas (el 15% de las casas iniciadas en España tenían como destino Alicante, Castellón o Valencia) se quiere pasar a otro modelo, en el que la industria (con una fuerte concentración de sectores tradicionales como el juguete, el calzado o el textil, que han sufrido las consecuencias de los precios bajos de China) y el turismo se doten de un fuerte componente tecnológico. El plan no detalla la cuantía económica que se dispondrá para ambas partidas.
Asturias y Castilla y León son las dos últimas regiones que han presentado sus planes contra la crisis. El presidente asturiano, Vicente Álvarez Areces, anunció el martes un acuerdo para la competitividad, cuya premisa es un crecimiento presupuestario del 6% para asegurar que las inversiones en infraestructuras consideradas vitales no baje de 1.000 millones. En el caso de Castilla y León, el Ejecutivo ha anunciado un Presupuesto restrictivo para 2009, 'sin nuevos beneficios fiscales y en los que se revisará al alza las tasas y precios públicos'. Anoche, el presidente murciano, Ramón Valcárcel, reestructuró su gobierno, reduciendo de 12 a 9 sus consejerías.
El endeudamiento condiciona la inversión
El empeoramiento de la coyuntura económica ha sorprendido a muchas comunidades que han optado por el recurso del endeudamiento para financiar sus inversiones al mismo tiempo que los ingresos, en especial los ligados a la vivienda, han caído en picado.Según los últimos datos del Banco de España, correspondientes al segundo trimestre de 2008, el endeudamiento medio regional se elevó dos décimas y alcanzó el 5,9% del PIB. La más endeudada es la Comunidad Valenciana, con un 11,4% del PIB, seguida por Baleares y Cataluña, con un 8,8% respectivamente. En el otro lado se sitúan Murcia y País Vasco, en las que el porcentaje de endeudamiento se situó en el 0,24% y el 0,7% del PIB.Un ejemplo del estrechamiento del margen financiero de las comunidades se ha producido en Madrid. La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, anunció la semana pasada la intención de sacar a bolsa el 49% del Canal de Isabel II, la sociedad pública que gestiona el agua en la mayoría de ayuntamientos madrileños. Aguirre justificó esta decisión ante las dificultades para conseguir 4.000 millones de euros con los que financiar las infraestructuras hídricas previstas hasta 2013.Otro ejemplo se ha dado en Aragón, en el que el Ejecutivo adjudicó en régimen de concesión las obras hídricas a un grupo de empresas privadas. Para financiarlas ha aprobado un canon de saneamiento que triplica a la media nacional.