Más atención a la morosidad
Las vibraciones de la crisis económica han llegado ya a la solvencia de las empresas y las familias, aunque de forma superficial aún, y han provocado un serio repunte de las tasas de morosidad de los créditos. En el mes de julio el 2,15% de la cartera crediticia de los bancos y las cajas españoles, unos 38.000 millones de euros, estaba ya en mora, tras un incremento muy fuerte en los últimos meses. Como muestra del vertiginoso avance de los impagados, hay que recordar que en diciembre de 2006 la mora sólo llegaba al 0,26% de la cartera crediticia.
Ayer mismo, el vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, admitió en sede parlamentaria que el repunte es 'muy preocupante'. Lo es no tanto por el nivel actual, muy alejado de lo habitual en otras economías (la media de la OCDE está en el 6%), como por las cotas que puede alcanzar cuando la crisis económica haya hecho el ajuste laboral.
Los actuales niveles de morosidad son soportables por los bancos, que disponen de mecanismos de provisión muy sólidos. BBVA tiene una mora del 1,15% y Santander, del 1,34%, casi un punto por debajo de la media de la gran banca europea, y forman parte del sistema bancario 'más solvente del mundo', a juicio del presidente del Gobierno. Pero el fuerte componente de la promoción inmobiliaria de las carteras de crédito, muy concentrada en las cajas, hace presagiar un tirón en la morosidad, y no es bueno escudarse en la complacencia. De hecho, el repunte de julio es imputable a los impagos de promotores inmobiliarios, que han tomado préstamo por más de 313.000 millones de euros.
Los propios responsables de la banca admiten que la mora puede superar este año el 4%, y el 5% en 2009. Seguirá lejos del 8,69% que alcanzó el fenómeno en 1994 con la quiebra de Banesto. Pero no es descartable si la crisis se prolonga en exceso. Supervisores y gestores de la banca deben estar prevenidos y revisar los planes de contingencia para evitar sorpresas dolorosas.