Crisis en la comisión que investiga el accidente de Spanair
Las filtraciones a los medios de comunicación del informe preliminar sobre lo acontecido el 20 de agosto en el accidente de Spanair en Barajas ha provocado una crisis dentro de la comisión que lo investiga. Valentín Villarroel, único piloto vocal en la Comisión de Investigación que depende de Fomento, presentó ayer su dimisión como muestra de su malestar ante las filtraciones del borrador del informe preliminar del accidente del avión de Spanair que costó la vida a 154 personas.
'En la comisión hemos fracasado en nuestra misión: promover la seguridad en el transporte aéreo y evitar la alarma social producida por los accidentes', recalcó Villarroel, quien consideró que las consecuencias son el 'descrédito de la Dirección General de Aviación Civil como garante de la seguridad y los daños irreparables de toda índole a Spanair'. Esta retirada se suma a la de los dos peritos del Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Comercial, que rechazaron el miércoles seguir colaborando en las investigaciones por las citadas filtraciones.
Spanair, por su parte, envió un comunicado a sus trabajadores en el que remarcaba que tomará medidas severas si prosiguen las filtraciones del informe del accidente. En el documento la compañía aérea alega que sus procedimientos de revisión del sistema de flaps y slats son muy rigurosos y asegura que se realizan tres comprobaciones del mismo antes del despegue.
Una maniobra de seguridad mucho más completa, dicen, que la comprobación del sistema de aviso de Take Off Warning System antes de cada vuelo recomendada por Boeing después del accidente registrado en 1987 en un M87 de Norwest.
La representación judicial de las 154 víctimas también está provocando malestar. El Consejo General de la Abogacía Española advirtió ayer al bufete Ribbeck Law de que se abstenga de utilizar 'métodos contrarios a la ley y a la ética' para captar a los familiares de las víctimas.
La aerolínea reduce sus rutas un 29%
A pesar de no ser ajeno a las especulaciones sobre el accidente, Spanair retomó hace ya diez días su plan de viabilidad, que prevé el despido de 1.200 trabajadores. La deficitaria compañía ha iniciado un proceso más acelerado de eliminación de rutas. El nuevo programa de vuelos, con una reducción de líneas del 29% (de 106 a 75), prevé la concentración en las rutas estratégicas y que sean rentables. En la última reunión, la compañía mantuvo el tope máximo de indemnizaciones por despidos y traslados en 20 millones, algo que los sindicatos consideran insuficiente.