Faconauto pide medidas para 'ordenar y evitar los abusos' a los concesionarios
La patronal de los concesionarios Faconauto reclamó ayer un marco legal que ordene el desarrollo de sus empresas y las proteja de los abusos de las multinacionales automovilísticas.
No nos da tanto miedo la caída de las ventas como la presión que ejercen sobre nosotros nuestros aliados industriales', los grandes fabricantes de coches. El presidente de la patronal de los concesionarios Faconauto, Antonio Romero Haupold, explicó ayer así a CincoDías como la mala etapa que atraviesa el sector del automóvil puede afectar a las 3.200 empresas de concesionarios de España. 'Somos empresas muy saneadas gracias al servicio posventa', dijo.
El negocio de los concesionarios mantiene la viabilidad del 75% de sus costes generales gracias a los talleres del servicio posventa. Esta línea adicional de ingresos permite mirar sin terror la caída de las ventas de coches en un 42% en España en agosto y las previsiones que marcan que el año cerrará con un descenso de las unidades vendidas del 25% respecto de 2007. 'El negocio de la venta directa es más cíclico y ya estamos adaptados a flexibilizar nuestras plantillas', afirmó.
Sin embargo, las preocupaciones no desaparecen. El presidente denunció ayer que, mientras que los contratos con sus proveedores fijan un stock de 45 días, lo que implica tener en almacén 45 coches, 'las multinacionales nos han subido, de un modo u otro, los stocks hasta los 120 días. Nos obligan a comprar dos y tres coches cuando sólo queremos uno', afirmó. 'Este es el modo que tienen de trasladarnos los costes y las ineficiencias del proveedor al distribuidor', aseguró el presidente de Faconauto.
Romero cifró en 900 millones los costes de mantenimiento que les genera el incremento de los stocks. 'Es el sueldo de 50.000 personas. Además, los intereses financieros que se están pagando por los stocks encarecen los vehículos al consumidor en cerca de 200 euros', valoró. 'Las quiebras en el negocio no vendrán por la falta de ventas sino por el exceso de compras', auguró.
Por esta causa, el conjunto de empresas de concesionarios quieren que el Gobierno redacte un marco legal que 'ordene la actividad' y ponga fin a las situaciones abusivas, 'como ya existe en otros países europeos', explicó Romero, un marco legal que regule la actividad de distribución y les coloque 'como iguales' con los proveedores.
Faconauto acude al Gobierno dado que no confía en la eficacia de las acciones judiciales. 'Tardan 10 años de media y en ese tiempo, los coches pueden volar', dijo.
Automatriculaciones
Respecto de la práctica de las automatriculaciones de algunos concesionarios, que matriculaban ellos mismos sus coches no vendidos y los colocaban como kilómetro cero para cumplir sus previsiones de venta, Romero aseguró que 'cada vez va a menos'.
'Un coche nuevo se deprecia anualmente mientras que uno matriculado, de kilómetro cero, se deprecia mensualmente. No compensa matricular aunque las ventas sean un desastre', afirmó. El presidente agregó además que 'este tipo de prácticas agravan la situación de los stocks, no la mejoran'.
El Plan VIVE 'tal y como está pensado no funcionará'
El presidente de Faconauto, Antonio Romero Haupold, aseguró ayer que, en su opinión, 'el Plan VIVE no va funcionar tal y como está redactado'. 'Desde Faconauto, estamos completamente de acuerdo con el espíritu del Plan VIVE pero no con la forma', afirmó.Romero enumeró al menos tres motivos por los que el plan no será eficaz: 'los coches que entran en los incentivos sólo son un 30% del mercado y sólo la mitad de éstos se financian. Además, hay muy poca gente que tenga un coche de 15 años de antigüedad y los que los tienen, no logran obtener un crédito del banco', detalló.El directivo aboga por un Plan de estas características 'no vinculado a financiación, bajo criterios ecológicos, dirigido al parqué de coches de 10 años de antigüedad y que se aporte más dinero en financiación por coche, aunque sea por menos tiempo, que es más motivador'. Romero asegura que el Plan VIVE 'se autofinanciaría sólo' por los incrementos de la recaudación de impuestos que generaría.