Los afectados exigen 183 millones a Prosegur por el incendio del Windsor
Una vez cerrado el proceso penal por el incendio del Windsor sin señalar culpables, los afectados intentan aprovechar la vía civil para restituir parte de sus pérdidas. Y dentro de ésta, todos los índices apuntan a Prosegur, que acumula cuatro demandas en las que se le reclama un importe total de 183 millones de euros.
Las dudas sobre la diligencia con la que se emplearon los cuatro vigilantes que se encargaban del dispositivo de seguridad del Windsor la noche en que el emblemático edificio ardió en llamas -el 12 de febrero del año 2005- pueden pasarle una costosa factura a Prosegur.
Las compañías afectadas por el incendio han decidido explotar este resquicio de incertidumbre y reclamar a la empresa de seguridad las indemnizaciones a las que creen que tienen derecho por los perjuicios que les ocasionó el incidente. Como consecuencia de este empeño Prosegur se ha encontrado con cuatro demandas de responsabilidad civil en los juzgados, por las que se le exigen 183 millones de euros en indemnizaciones por daños y perjuicios.
Las demandantes son todas las compañías implicadas en el proceso judicial. La auditora Deloitte, que perdió toneladas de valiosa información en el incendio, reclama 33,2 millones de euros a Prosegur a través de su compañía aseguradora Chubb Insurance. Ason Inmobiliaria, la compañía propietaria del inmueble, responsabiliza también a la empresa de seguridad del derrumbe del edificio y le exige como compensación 54 millones de euros.
El pool asegurador del Windsor, encabezado por Allianz y Mapfre, también busca responsables para eludir el pago de la póliza de 90 millones suscrita en su día con los propietarios del edificio. Demandan a Prosegur por su presunta falta de diligencia a la hora de controlar el incendio y también a Deloitte, por ser en un despacho de la firma donde se originó el fuego que devoró el emblemático edificio.
La empresa, tranquila
Las compañías coaseguradoras del edificio, Axa, Grupama, Catalana Occidente y Ocaso, aspiran, asimismo, a sortear el pago de la parte de la póliza de seguro que les corresponde, unos 5,8 millones de euros. Para lograrlo han apuntado en todas direcciones. Demandan a Ason Inmobiliaria, como propietaria del edificio y, por tanto, encargada última de contratar la seguridad del mismo; a Deloitte, por ser en un despacho suyo donde se inició el fuego, y, por supuesto, a Prosegur, por ser la responsable del dispositivo de seguridad que, en su opinión, no evitó la propagación del incendio por toda la torre.
Semejante avalancha de demandas no ha atemorizado a la compañía, que en su última presentación de resultados aseguraba que no espera 'que puedan surgir pasivos significativos derivados de las demandas interpuestas'. Juega a su favor el hecho de que la Audiencia Provincial de Madrid depurara el pasado mes de enero la responsabilidad penal sobre el suceso sin encontrar culpable alguno.
Los mercados tampoco están especialmente preocupados, pese a que la indemnización que se le exige equivale a una décima parte de su facturación (1.841 millones en 2007) y a la totalidad de su beneficio neto (161,9 millones). Según María Mira, analista de Infomercados, aún en el caso de que alguna de las demandas prosperara y Prosegur tuviera que hacer frente a una indemnización que afectara a la cuenta de resultados de la compañía 'no parece que esto pueda afectar significativamente a la evolución del valor'.
LA CIFRA
90 millones de euros es la cantidad a la que asciende la póliza que aseguraba el Windsor. Estaba cubierta por un pool encabezado por Allianz y Mapfre.
Tres años buscando un culpable
Las cuatro demandas civiles presentadas contra Prosegur tratan de mantener viva la teoría de que hubo culpables en el incendio del Windsor.Aunque el proceso penal no identificó responsable alguno, las empresas demandantes se agarran a la presunción de que una actuación más rápida y profesional de los cuatro vigilantes que en el momento del inicio del fuego estaban en el edificio. Prosegur aseguró en su día que los vigilantes tardaron sólo tres minutos en avisar a los bomberos desde que saltó la alarma.