Bruselas abarata el uso de internet a través de movil en el extranjero
Bruselas impondrá próximamente nuevos topes a las tarifas por utilización del móvil en el extranjero. Tras haber limitado los precios por hacer y recibir llamadas, la CE aprobará ahora una eurotarifa para el envío y recepción de mensajes celulares (SMS) y para la navegación por internet, un mercado que las operadoras consideran demasiado incipiente para ser regulado.
La Comisión Europea quiere acabar de una vez por todas con las facturas de infarto por utilización del móvil que algunos usuarios se encuentran a la vuelta de un viaje de vacaciones o de negocios en el extranjero. Para ello, va a presentar próximamente un proyecto de reglamento que no sólo recorta aún más las tarifas por el roaming internacional de voz -realización y recepción de llamadas en el extranjero- sino también por el envío y recepción de los populares SMS y por la creciente tendencia a navegar por internet desde el móvil o en movilidad. La medida está llamada a soliviantar a las grandes operadoras como Telefónica o Vodafone, que obtienen una parte importante de sus ingresos gracias a esos servicios de itinerancia.
La medida más novedosa y previsiblemente polémica es el establecimiento de una tarifa máxima para la descarga de datos, es decir, la utilización de internet ya sea desde el móvil o desde un portátil con acceso celular a la red. El reglamento, al que ha tenido acceso CincoDías, prevé un precio máximo mayorista de un euro por megabyte de datos transmitidos a partir del 1 de julio de 2009. Desde esa fecha, las operadoras deberán enviar al cliente un mensaje cada vez que se conecte a internet con el móvil desde el extranjero, alertándole de que ese servicio está sujeto a tarifas de roaming e informándole de su montante.
El reglamento exige, además, que las operadoras ofrezcan de manera gratuita a sus clientes el establecimiento de un límite de gasto. Una vez que la factura alcance ese umbral, la compañía debe interrumpir el servicio, amenos que el cliente le solicite de manera expresa mantenerlo. Bruselas concede un año de plazo -hasta el 1 de julio de 2010- para ofrecer a sus clientes esa protección adicional.
La limitación al precio del internet móvil en itinerancia tiene una carga más polémica que el resto de las medidas porque se trata de un mercado emergente y poco desarrollado, que las operadoras, e incluso algún regulador nacional, consideran prematuro intervenir. Pero es precisamente en este servicio en el que se han producido casos muy sonados de facturas disparadas por el elevado coste de estas conexiones, lo que ha inclinado la balanza comunitaria hacia la intervención.
Mensajes de texto a 11 céntimos
Para los mensajes cortos, el proyecto de reglamento establece un precio máximo tanto para el servicio mayorista como para el minorista. El primero, que carga el operador de la red utilizada al operador del usuario, no podrá superar los cuatro céntimos por envío. En cuanto al precio final para el cliente, se establece un máximo de 11 céntimos por mensaje, muy por debajo de la media actual. Según las cifras que maneja la comisión, ese precio medio está en 29 céntimos en la Unión Europea, así que la rebaja superaría el 62%.
La norma también extiende la aplicación del reglamento que desde el año pasado limita los precios por realización y recepción de llamadas en el extranjero. Las tarifas máximas -ahora fijadas 46 céntimos por minuto la llamada y 22 céntimos la recepción- bajará de manera escalonada hasta los 34 céntimos y los 10 céntimos, respectivamente, en 2012.
El nuevo reglamento provocará previsiblemente, como ya ocurrió con el anterior, la indignación de países como España y Reino Unido. La comisaria europea de Sociedad de la Información, Viviane Reding, parece haber acumulado sin embargo el capital político necesario para superar con relativa facilidad esa oposición. La comisaria contará probablemente con el respaldo del presidente de la comisión, JoséManuel Barroso, que en la recta final de su mandato necesita algún triunfo que añadir al escaso bagaje de su quinquenio. En contra de las operadoras juega también el hecho de que la regulación de los precios del roaming en voz no haya provocado la caída de facturación y utilización que anticiparon.
PRâXIMOS PASOS
El reglamento que prepara el departamento de Viviane Reding tiene que pasar por el Parlamento Europeo y el Consejo, donde España y Reino Unido darán la batalla contra él, pero una vez que salga de la Comisión -lo que se prevé suceda en octubre- será muy difícil pararlo en su totalidad.
Las 'telecos', en pie de guerra
En un mercado muy competitivo y con las primeras caídas de consumo provocadas por la crisis al acecho, las operadoras de telefonía móvil ven las iniciativas de la Comisión Europea como una amenaza a sus ingresos en el peor momento. Es más, consideran que es un ataque que no termina nunca, porque Bruselas sigue impulsando el recorte de los precios de las llamadas en itinerancia y añadiendo otras rebajas adicionales."El sector del móvil está sometido a la presión de múltiples reguladores y administraciones públicas, y eso, en una industria deflacionista y en un entorno muy competitivo, no puede durar eternamente sin tener consecuencias nocivas", explican fuentes cercanas a Vodafone. Esta compañía considera que la CE debería limitarse a fijar tarifas mayoristas, pero nunca intervenir en los precios finales a clientes.La compañía británica, por su operativa en muchos países de Europa, es una de las telecos más afectadas por la medida. La otra es Telefónica, que también tiene una posición firme contra la iniciativa de la CE. De hecho, la española ha enviado una carta a Bruselas en la que asegura que seguir reduciendo las tarifas celulares en itinerancia no es viable, dado que los precios "estarían por debajo de los costes de producción".Esta vez, sin embargo, las telecos no tendrán el respaldo del grupo de reguladores europeos, cuya posición conjunta alaba los recortes de la CE. La CMT española, en cambio, es crítica con la postura comunitaria.