Ike castiga a las empresas españolas
A estas horas, Ike avanza por el Golfo de México. El huracán, ahora de categoría 1 en la escala de Saffir-Simpson, gana fuerza mientras se dirige a Texas, donde se prevé que tome tierra este viernes, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Detrás de sí, deja una Cuba devastada, con un saldo de cuatro muertos y daños por valor de 2.120 a 2.836 millones de euros, según la oficina de coordinación de asuntos humanitarios de Naciones Unidas en Ginebra. Tras casi 48 horas de recorrido por la isla, Ike obligó a evacuar a más de 1,2 millones de personas (el 10% de la población). Antes dejó huella en Haití, donde se cobró la vida de 66 personas.
Tampoco se han librado de sus dramáticos efectos las empresas españolas con intereses en la isla. Las cadenas hoteleras son las más perjudicadas, ya que la mayoría registró cuantiosos daños materiales, el desalojo de clientes y el cierre temporal de establecimientos para reparar daños. En sólo 10 días, Ike y su predecesor Gustav han azotado la isla de este a oeste.
El ciclón Ike, que en su paso por la isla llegó a alcanzar vientos máximos de 205 kilómetros por hora, ha obligado a cerrar al menos cinco hoteles españoles (un 10% del total) y desplazar a cientos de huéspedes a otros establecimientos durante varios días, aunque sólo ha sido una medida preventiva.
Cinco hoteles cerrados y cientos de desplazados a causa de los ciclones
Además, gran parte de la isla se encontraba hasta ayer sin electricidad, sin olvidar los daños en los servicios de telecomunicaciones y los problemas con el bombeo de agua.
Los hoteles más afectados se encuentran en la zona de Holguín, seguidos por los establecimientos de Los Cayos y de Varadero. Desde Sol Meliá (que posee 24 hoteles en el país caribeño) se ha lanzado un mensaje de tranquilidad, pese a que 2.200 clientes de sus hoteles en Holguín, Cayo Coco y Cayo Guillermo permanecían ayer sin teléfono. La compañía asume que los huracanes han causado cuantiosos daños materiales en sus resorts de playa; un hotel estuvo, incluso, cerrado varios días por la fuerza de Gustav.
Iberostar, la hotelera de la familia Fluxà, asegura que las pérdidas económicas son de pequeña importancia aunque también cerraron uno de sus cinco establecimientos en la isla, que además tuvo que ser desalojado. Barceló, por su parte, aún mantiene sin operar uno de sus resorts, que desalojó hace una semana con la llegada de Gustav. La fuerza con que azotó el huracán también provocó cancelaciones de vuelos entre el lunes y ayer, entre ellos, los operados por las españolas Iberia y Air Europa.
Alerta en las petroleras
Pero Ike no parece tener intención de debilitarse. El vendaval se zambulló ayer en las aguas del Golfo de México, lo que ha puesto en máxima alerta a las plataformas petroleras que se encuentran en la zona. La española Repsol tiene pozos petroleros allí, pero las opera la australiana BHP. Según la compañía española, la plataforma Neptuno está cerrada por la llegada del huracán Ike; la producción ha cesado y la plantilla se ha trasladado.
En su trayectoria están muchos de los pozos donde Estados Unidos extrae uno de cada cuatro barriles del crudo que consume (es decir, 1,3 millones de barriles diarios) y el 15% de su gas natural. Tras un repentino bajón de tres dólares por barril de crudo Brent en un solo día, los mercados ayer tampoco se asustaron ante la posibilidad de que se interrumpiera la explotación de los pozos y el petróleo volvió a situarse por debajo de los 100 dólares, ante el continuo cierre de posiciones de los especuladores. A fecha del martes el 97% de la producción petrolera de la zona estaba paralizada, algo que ya ocurrió con Gustav. Entre las productoras de crudo afectadas, Shell, Conoco, Anadarko, Apache y Marathon que evacuaron a sus trabajadores antes de la llegada de Ike, que azotará la costa estadounidense del Golfo de México este fin de semana.
En su camino también puede tocar los estados mexicanos de Yucatán y Quintana Roo -en la península de Yucatán-, que ya están en alerta preventiva. Las hoteleras españolas que también tienen intereses en México aseguran que ya están preparadas.
Daños en 5.000 casas de curado de tabaco
La fuerza de Ike y Gustav no ha dejado ningún sector indemne. Una de las principales industrias de Cuba, la del tabaco, también se ha visto sacudida por los efectos de los últimos ciclones. Es el caso de Pinar del Río, la mayor zona tabacalera de la isla caribeña, que ha logrado esquivar gran parte de la destrucción de Ike, pero no la de su predecesor, Gustav.Desde Altadis (socia del Estado cubano en Corporación Habanos, cada una con el 50% del capital) destacan que no se ha dañado la cosecha porque aún no estaba en marcha. La plantación de semillas comienza anualmente a principios de septiembre, pero este año se retrasó ante la expectativa de fuertes ciclones. Además, ante los previsibles daños que estos iban a causar, se trasladó el tabaco a lugar seguro. Sin embargo, no fue suficiente ya que alrededor de 1,8 millones de kilos de hojas de tabaco se ha visto dañados. Un perjuicio reparable, según señalan desde la filial de Imperial Tobacco, ya que puede procederse de nuevo al secado de la hoja. En concreto, la cifra de tabaco dañada equivale a menos del 5% de la cosecha anual.Pero los mayores daños tienen que ver con las infraestructuras vinculadas a la industria tabacalera, sobre todo a las casas de secado y curado.En concreto, según apuntan desde Altadis, alrededor de 2.500 casas fueron destruidas y otras 2.500 sufrieron algún tipo de daño.También se ha visto afectada otra de las principales industrias de Cuba, la del azúcar, que junto a los servicios representa el 74% del producto interior bruto (PIB) de la isla. Aunque, en este caso, aún no se han cuantificado los daños.