Universidades que fabrican grandes líderes políticos
La actual campaña electoral por la presidencia de los Estados Unidos ofrece una particularidad que ha llamado la atención de los expertos. Ambas filas cuentan con aspirantes o asesores que han salido del mismo centro de formación. La Universidad de Delaware, entre los estados de Baltimore y Filadelfia, ha albergado en sus aulas a personajes relevantes de la carrera presidencial estadounidense, como el candidato demócrata a la Vicepresidencia, Joseph Biden, o los directores de campaña David Plouffe -por los demócratas- y Steve Schmidt -por los republicanos-. La universidad es la mayor del estado, pero después de 265 años de historia sorprende su repentina importancia en esta campaña. Curiosamente, ni Plouffe ni Schmidt permanecieron en el centro hasta su graduación, sino que dejaron las aulas por la arena política.
Delaware se ha convertido en los últimos tiempos en el nido de numerosos profesionales que triunfan en sus puestos, frente a universidades de reconocido prestigio como Harvard o Yale. La primera, sin embargo, cuenta con el honor de tener a siete licenciados entre los presidentes del país -Adams, Quincy, Theodore y Franklin Roosevelt, Hayes, Kennedy y Bush hijo- mientras que en la segunda estudiaron Taft, Clinton y Bush -padre y también hijo-.
Líderes mundiales
Obama ha pasado por Harvard, como Bush, padre e hijo; McCain, por la Academia Naval de Annapolis
Los principales políticos de los países europeos y norteamericanos describen en su currículum al menos una estancia en una de las universidades de mayor prestigio del mundo. John McCain, actual candidato republicano a la Casa Blanca, es el único que no cuenta con una formación académica universitaria, sino que ingresó en la Academia Naval de Annapolis, en Maryland, para continuar con la tradición familiar que siguieron su padre y su abuelo. Su oponente demócrata, Barack Obama, pasó por la universidad de Columbia, y por Harvard, la más antigua de Estados Unidos, fundada en 1636 con el nombre de New College.
En Francia varios líderes coinciden en su formación en el Instituto de Estudios Políticos de París, donde se formaron Nicolas Sarkozy y Jacques Chirac, entre otros, a pesar de que el actual presidente de la República francesa no consiguió el título en Ciencias Políticas. Popularmente es conocido como Sciences Po, y es una institución de gran prestigio, sobre todo en su oferta de estudios de Ciencias Sociales y Políticas.
En Inglaterra se encuentra la que junto a Harvard aparece en todas las listas de universidades elitistas. La emblemática Oxford, la más antigua de habla inglesa del mundo y eterna rival de su vecina Cambridge, ha tenido entre sus alumnos al ex primer ministro británico Tony Blair. Su sucesor en el puesto, el actual dirigente de Reino Unido Gordon Brown, se educó en la universidad escocesa de Edimburgo. Leipzig, en el antiguo reino alemán de Sajonia, es una de las más antiguas de Europa. Su licenciatura en medicina es la joya de la corona de su oferta académica; allí estudió Física la canciller Angela Merkel antes de comenzar en la política.
Italia también posee numerosos centros prestigiosos por la tradición romana de la que es heredera. Silvio Berlusconi y Romano Prodi compartieron estudios en Milán, aunque el segundo lo hizo en la Universidad Católica del Sagrado Corazón, y el primero en la Universidad de Milán.
En el amplio territorio que ocupa actualmente Rusia, destacan la Universidad de Moscú, donde se formó Mijail Gorbachov, y la Universidad Estatal de Leningrado, ahora llamada de San Petersburgo, lugar de estudios de Vladimir Putin y de Dmitri Medvédev. Los grandes dirigentes mundiales eligen centros de formación de renombre principalmente dentro de su país de origen. Sin embargo, la gran mayoría coincide en decantarse por la carrera de Derecho -es el caso de Blair, Berlusconi, Putin, Gorbachov, Medvédev, Sarkozy, Prodi, Clinton, Obama-.
Otros optan por Ciencias Políticas o Sociales, Economía, Sociología, Historia, e incluso la carrera de Física, en el caso de Angela Merkel. Los dirigentes españoles también se decantan principalmente por la carrera de Derecho.