Las gasolinas bajan en agosto la mitad que el petróleo
El hecho de que el precio del petróleo haya caído significativamente en agosto por debajo de los máximos que alcanzó en julio ha sido una de las pocas buenas noticias económicas del verano. Esto parece estar posibilitando que las gasolinas sigan a la baja. Así, hasta la semana pasada se abarataron una media del 5,4%, mientras el Brent lo hizo un 11% y las cotizaciones internacionales de los combustibles entre un 11,3% y un 16,2%.
A las puertas del último gran operativo de Tráfico de este verano, quienes tengan que desplazarse el próximo fin de semana por carretera notarán cómo de nuevo los precios de los carburantes volvieron a abaratarse. Los datos a los que ha tenido acceso CincoDías, últimos disponibles, constatan que el precio del petróleo Brent, de referencia en Europa, descendió un promedio del 11% hasta el pasado 18 de agosto, respecto a la media de julio, una vez hecho el cambio a euros. Sin tener en cuenta la divisa, el crudo cotizó un 15,1% menos este mes.
Las cotizaciones internacionales de los productos ya refinados, básicamente gasolina y gasóleo, también se abarataron un 11,3% en el primer caso y un 16,2% en el segundo, según confirmaron fuentes del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Esto se trasladó a los precios de venta al público, aunque en menor medida. Así, el litro de gasóleo se vendía la semana pasada a un promedio de 1,205 euros, un 1% menos que siete días antes y un 6,1% si el cálculo se realiza entre el promedio de lo que va de agosto y el de julio, cuando se situó en 1,31 euros.
Otro tanto ocurre con la gasolina. La semana pasada las petroleras la comercializaron a un promedio de 1,192 euros el litro, un 0,4% inferior al precio registrado la semana anterior. Si se tiene en cuenta la media de los primeros 18 días de agosto con el promedio del mes pasado, el abaratamiento alcanza el 4,7%. Es decir, que entre lo que ha bajado el gasóleo y lo que lo ha hecho la gasolina, el descuento medio de los carburantes alcanza el 5,4%, la mitad que el del crudo.
Peso de los impuestos
Desde la Asociación de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), insisten en que no es del todo correcto comparar las variaciones porcentuales entre el coste del crudo o el carburante en los mercados mayoristas con el que establecen los distribuidores en el surtidor, ya que los impuestos que gravan estos productos y los costes fijos que soportan, como el transporte o almacenamiento, minoran el porcentaje de rebaja y amortiguan también las subidas.
Desde el Ministerio de Economía se advierte que vigilarán estrechamente que las petroleras repercutan en los precios finales las rebajas de precios que se producen en origen, de modo que si se comprobara que no lo hacen, el Gobierno se reserva la facultad de tomar alguna determinación, tal y como reconoció recientemente el secretario de Estado de Economía, David Vegara.
El Ejecutivo se muestra convencido de que los precios de los combustibles podrían haber tocado techo el pasado mes de julio, por lo que es previsible que en las próximas semanas se consolide la nueva tendencia a la baja, sobre todo si continúa descendiendo el consumo. En cualquier caso, familias y empresas tienen todavía muy presente que en lo que va de año gasóleo y gasolina acumulan unas revalorizaciones medias del 22,5% y el 11,7%, respectivamente. En doce meses el repunte es aún mayor, del 12,8% y el 23,7%. La escalada del petróleo es de vértigo, ya que en los últimos doce meses se ha encarecido un 63,1%, que baja al 49,7% traducido a euros.
El fuerte encarecimiento retrae un15% las ventas
Aunque el consumo de carburantes no suele responder de manera automática a las subidas de precios, ya que en buena parte de la población existe una fuerte resistencia a dejar el coche en casa, la menor actividad económica y el recorte del gasto emprendido por los hogares parecen haber llegado a las ventas de las gasolineras.Y es que las estaciones de servicio de toda España vieron reducidas sus ventas en julio pasado hasta en un 15% con respecto al mismo mes de 2007. Las causas que alegan fuentes del sector para este significativo desplome del consumo son los altos precios alcanzados por los combustibles, el impacto de la crisis económica y los menores desplazamientos veraniegos.Según las patronales de estaciones de servicios, éste es el mayor retroceso desde la crisis de 1993, si bien aclaran que entonces el repunte de los precios no fue tan determinante. Pero ahora, los máximos alcanzados en junio y julio por el barril de petróleo (cuando superó los 147) y el comportamiento mimético (en las subidas) de las gasolinas han hecho mella sobre el consumo de carburantes.Cálculos efectuados por el sector apuntan a que este verano llenar el depósito de un coche de tamaño medio se ha encarecido entre 15 y 20 euros sobre 2007, por lo que, unido al incremento de las hipotecas y otros productos básicos como los alimentos, empieza a dañar la capacidad de gasto de numerosos hogares.