El talento se busca en Asia y Europa del Este
Los consorcios buscan en Asia y Europa del Este empleo muy cualificado y a bajo coste.
El talento en las grandes empresas está menguando. Países clásicos de creación de ingenio como Alemania, muy preocupados por la escasez de especialistas con perfiles técnicos, están diseñando nuevas estrategias para garantizar la disponibilidad futura de cerebros. Los consorcios no sólo buscan personal por todo el mundo, sino que están dispuestas a establecerse allí donde hay inteligencia muy buena y a bajo coste. Mientras hasta ahora la deslocalización se hacía para reducir costes, hoy se impone para mejorar el talento. Hoy es el trabajo cualificado el que se traslada a Pekín o a Budapest.
'Sigue siendo sumamente importante el disponer de personal cualificado a nivel local', afirma David Suárez, director de la consultora Booz & Company en España. 'Para las empresas en las que las personas son prácticamente el único activo, por ejemplo en las consultoras, la falta de talento puede suponer un riesgo grave a medio plazo', advierte.
De ahí el interés de países como Alemania en convertirse en fábricas de cerebros. 'Mozart no sería Mozart sin instrumentos de música y Steffi Graf no se habría convertido en una gran estrella del deporte sin raqueta de tenis', proclama el ministerio de Investigación y Ciencia en una nueva campaña para apoyar jóvenes creativos con capacidades fuera de lo común. 160.000 alemanes abandonaron el país en 2007.
Alemania premia las mejores ideas de sus estudiantes con 10.000 euros y apoya su realización
El 56% de los consorcios europeos está dispuesto a buscar talento por todo el mundo. El 22% de ellos se ubicaría incluso allí donde éste se encuentra. Y el 68% crea carreras a medida para sus empleados más brillantes, según una encuesta realizada entre 4.741 directivos de 83 países por la consultora Boston Consulting Group y la World Federation of Personnel Management Associations.
'La capacidad de una empresa para gestionar empleados de diferentes nacionalidades que conforman una fuerza de trabajo móvil será cada vez más un factor crítico', sostiene Suárez. 'La gestión de talento global podría convertirse en un diferenciador competitivo clave en los próximos años', añade. La guerra por el talento es generalizada, pero se agudiza en los sectores donde la fuerza laboral está envejeciendo, como el energético. Booz asesora ahora a una empresa española de desarrollo de software que baraja su deslocalización para reducir costes sin perder calidad.
La gestión de talento es uno de los grandes retos económicos, concluye también el estudio de Boston Consulting Group. 'Muchas empresas subestiman la pérdida de know-how y productividad provocada por el factor demográfico', advierte Rainer Strack, de BCG en Múnich, quien recomienda analizar los riesgos en cada filial, en cada área y en cada categoría laboral para reaccionar a tiempo.
Hacer outsourcing equivale hoy a deslocalizar para acceder a la mano de obra cualificada, sobre todo ingenieros, de zonas como China, India, Rusia, Corea, Israel y Europa del Este. El destino suele depender de las funciones que se deslocalicen. Los factores decisivos son el coste relativo de la mano de obra y la disponibilidad de talento, el acceso a la tecnología y a instituciones académicas, la estabilidad política, el desarrollo de las infraestructuras y el entorno de mercado local. IBM, por ejemplo, cuenta con un laboratorio de I+D en Nueva Delhi y en 2006 anunció su intención de contratar 14.000 desarrolladores de software en India. Motorola mantiene 16 centros de I+D independientes en China que, en 2006, daban empleo a 1.800 ingenieros -el 10% del total de personal dedicado al I+D en toda la empresa.
La nueva situación supone una gran reto para las empresas especializadas en captar talento 'porque las exigencias de los clientes han evolucionado y cada vez es más complicado conseguir lo que se demanda', señala David Suárez. 'La necesidad de traer talento de fuera es una realidad en países subdesarrollados en recursos humanos pero ricos en recursos naturales, como algunos países de Oriente Medio (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos)'.
El miedo a la escasez de talento ha llevado al país a desarrollar una ofensiva educativa. El diario Süddeutsche Zeitung organiza, en colaboración con la fundación de la economía bávara Elite-Akademie y el grupo Allianz, el concurso Generation-D (D por Deutschland, Alemania), dirigido a estudiantes de todas las universidades alemanas. Las mejores ideas se premian con 10.000 euros y a los ganadores se les asigna un mentor del mundo de la economía que les ayuda a desarrollar e implementar sus ideas. Dieter Frey, psicólogo y director de la Eliteakademie, cree 'que hay países que saben movilizar muy bien su propio talento. Es el caso de EE UU, donde la gente original y con capacidades fuera de lo común tiene más oportunidades que en Alemania o en Europa.' Según Frey, hay talento por todo el mundo; sólo hay que activarlo, darle margen de juego y ofrecerle buenas condiciones.
El atractivo de salir fuera de España
'El talento español emigra para crecer académica y profesionalmente porque España no brinda oportunidades atractivas', afirma David Suárez, director de la consultora Booz & Company en España. Para muchos jóvenes que se incorporan por primera vez al mercado laboral la remuneración económica no es el principal factor. 'Incluso en una etapa de la vida profesional en la que generalmente se es muy móvil y estás dispuesto a comerte el mundo', explica Suárez, 'las prioridades han cambiado: el número de horas de trabajo, el equilibrio o la calidad de vida importan más que nunca'.El talento escasea y encima se marcha. La solución no es de hoy para mañana, y pasa por la educación. ¿Importar gente de fuera? 'Colaborando con empresas energéticas en Europa hemos constatado la dificultad de atraer personal cualificado, como commodity traders, para los que Madrid no es un destino tan atractivo como Londres o Nueva York', señala Suárez.Las empresas 'deben realizar una propuesta de valor completa y atractiva. Y desde el Gobierno se puede estimular ese atractivo con medidas como el régimen fiscal de impatriados, por los beneficios fiscales que supone para los deportistas extranjeros que fichan por clubes españoles'.La tercera opción, deslocalizarse, ya no se reduce a las actividades poco cualificadas. Centros de investigación y desarrollo, de ingeniería, y algunas funciones específicas de consultoras se trasladan fuera de Occidente a países con talento excepcional, muy cualificados, con una fuerte tradición académica en ciencias y en investigación. 'Y además es mano de obra barata', apunta Suárez. La expatriación implica unos costes elevadísimos, aproximadamente tres veces más que lo que cuesta un especialista local, añade.