Correos ataca el negocio de las remesas con precios a la baja
Correos está negociando con operadores postales de países latinoamericanos y africanos la utilización de sus redes postales como circuitos financieros con el objetivo de competir en el mercado del envío de remesas. El operador público anuncia que completará las transferencias en 15 minutos y por un precio inferior en un 30% al que cobran las remesadoras.
El año pasado, los tres millones de inmigrantes que residen en España enviaron a sus países de origen 8.131 millones de euros, según los datos oficiales. La inmensa mayoría de estas transferencias se gestionaron a través de las denominadas compañías remesadoras y, en menor medida, por las entidades financieras que disponen de delegaciones en los países de destino de estos envíos. Los operadores postales, que fueron en su día los principales tramitadores de remesas a través de sus servicios de giro postal y telegráfico, se han quedado fuera de este jugoso e incipiente negocio, limitados por su influencia básicamente nacional.
Correos ha decidido ahora saltar esa barrera territorial y ha iniciado contactos con distintos operadores postales de Latinoamérica y África con el objetivo de reconvertir las redes de distribución postal de éstos en modernos circuitos financieros, que permitan el envío rápido y seguro de remesas desde España hacia los países de origen de los inmigrantes.
De momento, el operador postal público ya ha cerrado sendos acuerdos con los servicios postales de Marruecos, Uruguay y Chile para desarrollar este nuevo servicio, que recibirá el nombre de giro postal internacional urgente.
Según fuentes de Correos, este nuevo servicio, que se prestará sobre un soporte electrónico, permitirá realizar transferencias de dinero entre España y estos países, y viceversa, "de forma rápida y segura, con pago al destinatario en un plazo de 15 minutos, y con unas tarifas muy ventajosas respecto a las ofrecidas por las grandes remesadoras internacionales".
Y es que lo reducido de su precio supondrá, a priori, la principal ventaja de este nuevo servicio. Según la página web www.remesas.org, la tarifa media que cobran las empresas remesadoras por un envío de 150 euros es de nueve euros. En cambio, el giro postal internacional urgente, que ya ofrece Correos para Chile y Uruguay, costará poco más de seis euros. Esta diferencia cercana al 30% será mayor, además, cuanto más cuantioso sea el envío, ya que el operador postal cobrará una cantidad fija de cinco euros más un porcentaje del 0,77% sobre la cantidad enviada, mientras la comisión de las remesadoras sobre la cantidad enviada suele rondar el 6% sin fijos. Eso sí, el servicio de Correos sólo será utilizable para envíos inferiores a 3.000 euros por día.
Garantizar la fiabilidad
Ganada la batalla del precio y la de la rapidez, ya que los receptores de las remesas podrán recoger el dinero en cualquiera de las administraciones postales de su país, lo que más preocupa a Correos ahora es dotar de fiabilidad al sistema.
Desde el operador público se reconoce que la puesta en marcha del servicio será muy progresiva, porque no todos los operadores postales de los países con los que se pretende pactar disponen de los medios técnicos y humanos necesarios para garantizar la entrega en tiempo y forma del dinero.
Los técnicos de Correos, por ejemplo, están trabajando ahora con Royal Postal Maroc para poder poner en marcha el servicio de giro internacional urgente lo más rápidamente posible, ya que a día de hoy no ofrece las garantías suficientes. Una contrariedad, ya que el marroquí es uno de los mercados más atractivos para los gestores de remesas con unos envíos anuales de 528 millones de euros (6,5% del total).
Hasta ahora, la operativa de la empresa postal pública en el campo de las remesas era bastante limitada y se reducía a los servicios tradicionales de giro postal y telegráfico, que siendo fiables no eran inmediatos. El giro postal podía llegar a tardar entre quince días y un mes en determinados países, mientras que el giro telegráfico presentaba un decalaje de entre tres y siete días.
Correos ofertaba también el llamado giro vía electrónica, más inmediato, pero sólo disponible para determinados países del continente europeo.
Un negocio en manos de unos pocos
La decisión de Correos de irrumpir en el mercado del envío de remesas no es casual, sino que forma parte de una estrategia más amplia diseñada por la Unión Postal Universal (UPU) y apoyada por el Gobierno.La principal organización internacional de operadores postales lanzó hace años el proyecto International Financial System, para configurar a partir de la red postal un circuito moderno y fiable de transferencia de dinero por medios electrónicos. La idea, en la que se basa el giro postal internacional urgente que ahora lanza Correos, es aprovechar la red postal para facilitar los envíos de dinero de un punto a otro del planeta a bajo coste y de forma segura.El Gobierno español ha respaldado desde el principio esta opción como fórmula para rebajar las comisiones que las remesadoras cobran a los inmigrantes, que pueden llegar a ser hasta del 20%.El Ejecutivo siempre ha entendido que éstas eran abusivas y que la situación se mantenía por la falta de competencia (diez multinacionales controlan el 77% de los envíos) en el sector. La estrategia de firmar acuerdos con entidades financieras para que operaran en este mercado logró reducir de un 7% a un 5,8% el coste medio de los envíos en sólo tres años. El Gobierno cree que el desarrollo de la red postal como alternativa a los envíos a través de remesadoras puede ayudar a racionalizar los costes de unos envíos que son básicos para las economías de los países receptores.
LA POLæpermil;MICA
Correos ha incorporado a su oferta un servicio que ya ofrecía en colaboración con Western Union y que ahora ofrecerá en competencia con ella. Desde el operador se niega tal rivalidad bajo el argumento de que Western llega a 190 países y Correos sólo a tres, pero los precios de la española son inferiores.