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Cinco Sentidos

Valencia acelera con la Fórmula 1

El sueño de Ecclestone de crear un nuevo Mónaco arranca con el Gran Premio de Europa, que se disputará entre los yates amarrados en el puerto

Valencia acelera con la Fórmula 1
Valencia acelera con la Fórmula 1

Llegó el día. Un año y cuatro meses después de que Bernie Ecclestone, patrón del mundial, anunciase que Valencia acogería el Gran Premio de Europa de Fórmula 1 en un trazado urbano, los monoplazas rodarán este domingo por el nuevo circuito, construido en la zona más próxima al mar de la ciudad.

No ha sido nada fácil llegar a esta fecha con todo listo. El propio Flavio Briatore, jefe del la escudería Renault, aseguró el viernes en una rueda de prensa que estuvo hace un par de meses 'y parecía imposible que estuviera listo'. El viernes se deshizo en elogios por el trabajo realizado y alabó el ambiente logrado en Valencia con este gran premio. Ese día, la realización de la señal de televisión oficial se recreaba en la zona del puerto, la marina, sede de la 32 Edición de la Copa del América y que fue, junto con la modernista arquitectura de los históricos tinglados portuarios, lo que acabaron de convencer a Ecclestone para designar a Valencia como anfitriona de este gran premio.

'Este es el camino que debe seguir la Fórmula 1', dijo Briatore, convencido de que la máxima categoría del automovilismo es tanto un deporte como un espectáculo. En eso coincide con Ecclestone, que este año, al margen del nuevo circuito urbano de Valencia, ha incluido una carrera nocturna en Singapur. Y así, en pleno final de agosto, con más de 30 grados y un sol de justicia, se ha puesto en marcha el segundo gran premio de Fórmula 1 que se celebra en España esta temporada, tras el de Montmeló. 'Que haya dos grandes premios en España es algo que ni se me pasaba por la cabeza cuando en 2003 no se hacían ni las carreras en directo', dijo Fernando Alonso, el campeón nacional.

Valencia está aún lejos del Principado. La pista es parecida a Montreal y el glamour no se crea de un día a otro

Los pilotos, tras haber recorrido el jueves a pie el circuito, rodaron por primera vez el viernes, durante las dos tandas de entrenamientos. Para todos era nuevo el trazado, algo que se puso en evidencia en algunas pasadas de frenada e indecisiones: Massa casi no logra encarar el puente al llegar demasiado rápido a la curva que da acceso al tramo más reconocible del circuito, Kovalainen al salir precisamente del puente casi gira a la izquierda en lugar de hacerlo a la derecha, Vettel, que tras pasar por la recta de meta toda velocidad acabó en una escapatoria dando la vuelta para poder regresar a la pista, lo mismo que le pasó a Piquet, el compañero de Alonso en Renault, que hizo un par de excursiones por fuera del trazado normal.

Un sin fin de anécdotas, ninguna sin mayor trascendencia, que ponen de relevancia que en el caso de Valencia, los simuladores no han llegado a tiempo. La prueba de fuego es sobre el asfalto. En los entrenamientos libres del viernes, los pilotos fueron rebajando los tiempos. De hecho, Fernando Alonso, que había estado marcando tiempos muy lejanos a los Ferrari o los McLaren, en un golpe de efecto a pocos minutos para que acabase la sesión de libres, marcó el mejor tiempo del día, sólo superado en el último segundo por Kimi Raikkonen, ambos por delante de un sorprendente Jenson Button, que fue tercero. Por detrás estuvieron Massa, Hamilton y Kovalainen. Son registros, los del viernes, que lógicamente hay que poner en cuarentena.

El ingeniero de Robert Kubica, el valenciano Toni Cuquerella, antes de la segunda tanda explicaba a la comitiva encabezada por el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, de visita al circuito, que estaban realizando pruebas de aerodinámica para establecer la carga que deberían llevar los coches. Todo, al fin y al cabo, es nuevo, tanto para pilotos como para mecánicos. Alonso, en todo caso, animó a los aficionados españoles asegurando que está en disposición de estar entre los seis primeros de la parrilla.

En el trazado, de 5,4 kilómetros de longitud y en el que se pueden superar los 320 kilómetros por hora, los monoplazas circularán casi todo el tiempo entre muros de protección. Pero la calzada es ancha y existen amplias escapatorias, como la que tuvo que usar el otro día Nico Rosberg cuando cruzó en mitad de una recta y siguió sin control a toda velocidad hasta una de esas zonas, con lo que pudo volver a la pista. De hecho, todos los pilotos han alabado las medidas de seguridad del nuevo trazado. Y es que Valencia no es Mónaco, desde ningún punto de vista. Por lo que se refiere a la pista, se asemeja más al circuito semiurbano de Montreal, y por la velocidad que alcanzan los monoplazas, está cerca de Monza, el más rápido del mundial.

En todo caso, habrá que esperar a la carrera para comprobar si ya en competición se pueden realizar adelantamientos -hay varias zonas posibles, al menos teóricamente- y si no hay ningún incidente que obligue a entrar al coche de seguridad. El punto más delicado en este sentido es el puente de la dársena, donde además se estrecha la calzada, y dónde si un monoplaza se queda parado hay pocas opciones para su retirada, ya que a ambos lados sólo está el mar.

En los entrenamientos de GP2 que se realizaron el viernes por la tarde, un monoplaza se empotró lateralmente contra un muro y fue necesario suspender la práctica para que entrara al asfalto una grúa para retirar el coche accidentado.

Y al margen de lo deportivo, también hay que convenir que Valencia no es Montecarlo. Pese a que la idea de Ecclestone va en ese sentido, la ciudad monegasca respira un glamour que en Valencia queda muy lejano todavía. En la dársena han atracado varios yates, entre ellos el impresionante Indian Empress del magnate Vijay Mallya, propietario de la escudería Force India, o el Force Bleu de Flavio Briatore. Todos están amarrados en el interior de la marina en una zona de acceso restringido, donde se reúnen los personajes más exclusivos de los que visitarán Valencia.

Sin embargo, la afluencia de este tipo de embarcaciones de lujo está por debajo de las previsiones iniciales, algo que no preocupa en exceso a Fernando Roig, presidente de Valmor Sports, la empresa que organiza la carrera. 'Es el primer año, cuando se corra la voz, la cosa irá a más', explica el dueño del Villlarreal CF, propietario al 33% de Valmor junto a Bancaja y al ex piloto de motos Jorge Martínez Aspar. La organización también está convencida de que mañana el circuito presentará un buen aspecto en las gradas. En las últimas semanas los distintos mayoristas que se quedaron con el grueso de las entradas han empezado a hacer rebajas importantes, hasta del 50% sobre el precio inicial.

Desde luego no parece que se vaya a llegar al lleno, los 112.771 espectadores. Sigue habiendo entradas. Incluso en los alrededores del circuito se han montado taquillas para los que se decidan en el último minuto. Roig asegura que se alcanzarán los 100.000 espectadores. Algunos de estos, que han pagado entre 480 y 195 euros, protestaron ayer por la escasa visibilidad de algunas zonas.

El estreno, sin embargo, también ha venido lastrado con algunos problemas importantes, especialmente para los vecinos de la zona afectada por el circuito, y más en concreto para los del barrio de Natzaret, que se han quedado prácticamente aislados de la capital. Además llama mucho la atención que la Generalitat haya cubierto con grandes lonas publicitarias algunos edificios que afeaban las imágenes de televisión.

El semáforo se pondrá verde el domingo a las dos de la tarde. Entonces se comprobará si la elección de Ecclestone ha sido acertada en lo deportivo. Si usted va a la carrera, por cierto, no olvide el protector solar, una gorra y agua. Hace mucho calor.

Alonso frena los rumores de la oferta de Honda

El rumor no era nuevo, pero el jueves Rubens Barrichello se encargó de engrandecerlo. En su comparecencia ante los medios de comunicación, el piloto brasileño de Honda mostró su malestar con la escudería japonesa porque, a su entender, están más pendientes de fichar a Fernando Alonso para la próxima temporada que de mejorar su coche.El equipo que, desde este año, dirige el ex ferrari Ross Brawn, ha manifestado públicamente su interés por contar con el asturiano para el año que viene. Los pésimos resultados de los últimos ejercicios son inconcebibles para la marca japonesa y quiere cambiar esa tendencia.Alonso tuvo que salir al paso de la situación en la que le situaban las declaraciones de Barrichello. 'No hay nada, no he estado hablando con nadie, ya que no es el momento para eso', dijo el piloto de Renault. 'Ahora mismo estoy concentrado al máximo en la presente temporada', cerró el asturiano. Cierto es que, cuando hizo esta matización, tenía a su lado a Flavio Briatore, el jefe de su equipo. Alonso en todo caso dijo que no desvelará ni negociará su futuro hasta final de temporada.La clave para saber dónde irá el dos veces campeón del mundo el año que viene, no es tanto de las ofertas que tenga, que las tiene, y muchas, o de sus ganas de recalar en Ferrari. Dependerá fundamentalmente de quién le ofrezca un coche ganador. Lo reconoció el propio Briatore, que en pocas palabras dejó caer que la única manera de retener a Alonso será que Renault pueda ofrecer un monoplaza capaz de competir por el primer puesto de la clasificación y no por estar en los puntos, como ha ocurrido en lo que va de temporada.Habrá que esperar bastante, por tanto, para saber algo más. La temporada es larga y quedan meses y carreras por delante. De lo que pase en ellas se servirá el piloto español para decidir su futuro.

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