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Cemento

Chávez expropia las fábricas de Cemex en Venezuela

Venezuela ha materializado sus amenazas de expropiación a la cementera Cemex con la toma de control, en la noche de ayer, de las fábricas de la multinacional mexicana en ese país. En la compañía, cuya cotización en Caracas fue suspendida, se impuso la cautela. Entretanto, sus rivales Holcim y Lafarge llegaron a un acuerdo económico para entregar sus plantas al Gobierno.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dio ayer un golpe de efecto en su cruzada por crear un estado socialista en el que las materias primas estén en manos estatales. En la noche del lunes al martes simpatizantes del Gobierno tomaron las tres plantas de la cementera mexicana Cemex, la tercera firma del sector en todo el mundo, y a lo largo de la jornada de hoy el ministerio de Energía tiene prevista la publicación de un decreto de expropiación.

La compañía, que debe alrededor del 5% de sus ingresos a este mercado, se limitó a emitir un escueto comunicado en el que reconocía la situación: 'Petróleos de Venezuela procederá a la toma del control operacional de las plantas de Cemex Venezuela, en representación del Gobierno de Venezuela, la noche de este lunes 18 de agosto de 2008'. La cotización de Cemex en Caracas fue suspendida durante 24 horas y la acción perdió un 2,83% en la Bolsa de México.

Chávez había avisado en abril y sus advertencias forzaron la negociación con otras dos cementeras: la suiza Holcim y la francesa Lafarge. La primera ha traspasado al Gobierno el 85% de sus activos por 522 millones de dólares, mientras la segunda ha vendido el 89% por 267 millones de dólares.

Cemex había pedido, según fuentes gubernamentales, 1.300 millones de dólares y, pese a que analistas del mercado hablaron de un precio más que ajustado, el Gobierno lo vio caro.

Un grupo de trabajadores ataviados de rojo, color característico de la revolución bolivariana, entró en la planta de Cemex en Guanta. Según informa Reuters, estaban liderados por el ministro de Energía, Rafael Ramírez, y portaban banderas de Venezuela. La televisión transmitía en directo. 'Tomando las cementeras, nosotros, como patriotas, sabemos que se va a hacer justicia con los trabajadores y ex trabajadores', dijo Agustín Márquez, ex empleado de Cemex, con una camiseta en la que se leía 'Ahora el cemento es de todos'.

Los planes de Energía pasan por fusionar los activos de Cemex, Holcim y Lafarge en busca de 'impulsar el sector de las infraestructuras y la vivienda'. La producción de los tres gigantes, con 8,3 millones de toneladas al año (de los que 4,6 millones de toneladas corresponden a la firma mexicana), representa el 90% del cemento venezolano. Fuentes del sector aseguran que las cementeras españolas carecen de presencia en el país.

El Santander, en el punto de mira

El Gobierno de Venezuela se vale del artículo 302 de su Constitución para nacionalizar las fábricas de Cemex. æpermil;ste reserva al Estado 'el control de las industrias y sectores productivos de interés público y de carácter estratégico con el fin de crear e innovar', según recordó ayer el ministerio de la Energía y el Petróleo. Además, meses atrás había entrado en vigor un Decreto Ley de Reordenamiento del Sector Cementero.Ahora, Chávez negocia la nacionalización de la siderúrgica Sidor, de capital mayoritario argentino, y pretende hacer pública buena parte de la industria de telecomunicaciones, alimentación e incluso el negocio financiero. El presidente venezolano ya ha declarado públicamente su intención de recuperar el Banco de Venezuela, adquirido por el Santander en 1996 por 301 millones de dólares. Chávez aboga por negociar con la entidad española y ya ha realizado una oferta por 1.200 millones de dólares.

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