La industria británica del videojuego multará las descargas ilegales
La industria de los videojuegos obligará a miles de británicos que han descargado ilegalmente los últimos juegos de Internet a pagar 300 libras (380 euros) en los tribunales.
Cinco de las principales empresas del mundo han decidido amenazar por carta con esa medida a un total de 25.000 piratas y emprenderán acciones legales contra los 500 primeros destinatarios que hagan caso omiso de la advertencia, informa hoy el diario The Times.
Las compañías implicadas - Atari, Topware Interactive, Reality Pump, Techland y Codesmaster- comercializan algunos de los juegos más populares como Operación Flashpoint o El Señor de los Anillos.
Se calcula que alrededor de seis millones de británicos comparten ese tipo de juegos ilegalmente por Internet.
Las empresas en cuestión parecen dispuestas a emprender acciones más contundentes que la industria musical británica, fuertemente afectada por la piratería en Internet, pero que tan sólo ha actuado legalmente contra 150 personas en diez años, señala el periódico.
Esta semana, Isabela Barwinska, madre de dos hijos y sin empleo, se convirtió en la primera persona en el Reino Unido a la que se ha conminado a pagar daños y perjuicios a un fabricante. Barwinska tendrá que indemnizar con más de 16.000 libras (20.000 euros) a Topware Interactive por haber descargado ilegalmente el juego Dream Pinball.
Roger Billens, del bufete legal Davenport Lyons, asegura en el periódico que sus clientes están "indignados" por la magnitud de las descargas ilegales.
En las dos semanas siguientes a la salida al mercado del videojuego Dream Pinball 3D sólo se vendieron legalmente 800 copias, mientras que se hicieron 12.000 descargas ilegales del mismo, explica Billens, según el cual se trata de que se trata de que la gente se lo piense dos veces antes de terminar ante un tribunal.
Esa firma legal ha pedido al Alto Tribunal un requerimiento que obligue a los proveedores de servicios de Internet a entregarle los nombres y señas de 25.000 personas sospechosas de haber hecho ese tipo de descargas ilegales.
De momento, los abogados de las empresas del sector han conseguido ya cerca de 5.000 nombres y direcciones tras presentar pruebas del latrocinio informático.
No todos en la industria del juego están sin embargo de acuerdo con la adopción de medidas tan drásticas, y así una fuente próxima a la Asociación de Editores de Software para el Ocio y el Entretenimiento reconoce en The Times que la mayoría de sus miembros se muestran reacios a perseguir judicialmente a esos piratas.
Según el periódico, muchos de estos últimos son menores que han aprendido a ver en Internet una especie de cornucopia de productos fácilmente accesibles y en muchos casos gratuitos.
Muchos menores se dedican a descargar videojuegos, aunque no tengan la intención de jugar a ellos sino que les sirven muchas veces para intercambiar con los amigos.
Las ventas de videojuegos alcanzarán este año los 2.000 millones de libras (2.540 millones de euros) en Gran Bretaña, según las previsiones.