Las amenazas de UBS y Citi
Puede parecer que UBS y Citi han escapado casi ilesos de la debacle de Bradford & Bingley (B&B). Después de dos remodelaciones forzadas, un recorte de costes y un golpe regulatorio, el debilitado prestamista hipotecario británico finalmente se ha marchado con una emisión de derechos de 455 millones de libras. Que el 28% de los accionistas hayan asumido acciones suena respetable (sólo el 8% acudió a la emisión de HBOS).
Según los estándares actuales de los bancos, el sufrimiento financiero potencial es mínimo. Cuando la emisión de derechos original fracasó después de que UBS y Citi amenazaran con marcharse, el regulador británico logró que los seis mayores bancos de compensación prometieran subgarantizar cerca de la mitad de las emisiones de derechos. Añadiendo compromisos similares por parte de los cuatro mayores accionistas institucionales de B&B, UBS y Citi deberán aportar menos de 50 millones de libras cada uno.
Si el precio de las acciones de B&B sube, los banco aún podrían hacer dinero con este acuerdo. Esto habría sido imposible si UBS y Citi hubieran continuado con la emisión de derechos original, a 82 peniques. Desde entonces, las acciones de B&B han caído hasta 55 peniques, una pérdida hipotética para los aseguradores de 100 millones de libras.
¿Pero vale la pena dejar maltrechas sus reputaciones por ahorrarse 100 millones de libras? UBS y Citi lanzaron amenazas encubiertas de retirarse de su acuerdo original de suscripción en junio. Ningún banco se retiró de su compromiso formalmente, pero los aseguradores dieron la impresión de que proteger su propio balance era más importante que cargar con el riesgo de garantizar la suscripción. Sin embargo, se supone que ese riesgo estaba justificado por el pago en efectivo por B&B de una cuota excesiva del 4,75%.
Los futuros clientes potenciales pueden tener pocos recuerdos de esto. O pueden elegir centrarse en el papel de UBS como uno de los tres aseguradores en aumentar 12.000 millones de libras de capital para Royal Bank of Scotland. Pero las empresas dicen a menudo que se preocupan por los compromisos con sus aseguradores. Si evitan a UBS y Citi, el éxito del recorte de pérdidas de B&B puede convertirse en una victoria pírrica.
Por George Hay
Los móviles del futuro
Las empresas de telecomunicaciones europeas se enfrentan a una revolución de los móviles. Operadores y reguladores están peleándose acerca de las tarifas, pero los precios bajarán inevitablemente. El resultado final está claro: las llamadas de móviles terminarán siendo mucho más baratas. Para competir, los operadores tendrán que reorganizar su modelo de negocio.Los principales operadores afrontan la pérdida de los beneficios aportados por las tarifas de terminación de llamadas, la suma que los operadores de redes cobran a los rivales para recibir llamadas. Se estima que éstas suman hasta el 15% de los ingresos de la industria y el 30% del beneficio. Los mayores operadores son beneficiarios a expensas de competidores más pequeños y de proveedores sólo de telefonía fija. La Comisión Europea quiere que las tarifas sufran una rebaja de hasta el 70% hacia 2011.Una revolución en los precios de los móviles le seguiría rápidamente, con los operadores pequeños dirigiendo el cambio. Los menos fuertes -como 3, filial de Hutchinson, el alemán E-plus o el belga Base- no dejarán pasar la oportunidad de incrementar su participación en el mercado con tarifas más baratas sobre el consumidor y agresivos planes de precios. Para evitar perder clientes, los principales operadores como Vodafone y T-Mobile se verán forzados a seguirles.Avancemos tres años en el futuro. Unas tarifas más bajas permitirán a los operadores introducir planes de precios ilimitados, como tarifas planas mensuales para voz y datos. æpermil;ste sería un gran cambio frente al actual sistema de cuotas mensuales con un coste adicional por llamada y texto, más las tarifas de internet. Los operadores también se verán forzados a incluir internet en los móviles. Mientras que la tecnología detrás de servicios telefónicos por internet, como Skype, ha estado disponible desde hace mucho, la inversión en ella por parte de unos operadores reacios a introducir características que podrían canibalizar sus ingresos tradicionales por las llamadas ha sido muy escasa.Irónicamente, mientras que los precios caerán y los márgenes podrían estrecharse, los operadores pequeños van a luchar por una mayor participación en el mercado. Pero si los principales jugadores permanecen competitivos, los menos fuertes aún tendrán que competir con unas marcas muy poderosas.Por Una Galani