Globos de hace dos siglos para promocionar el Rioja
Mañana vuelan en Haro dos globos que funcionan igual que los aerostatos del siglo XVIII
La última vez que un globo de hidrógeno sobrevoló suelo español fue en los Juegos Aéreos Mundiales, celebrados en Sevilla, hace ocho años. Pero hoy se podrán ver en la localidad riojana de Haro dos de estos aparatos en una exhibición que se ha hecho esperar. El acontecimiento se realiza aprovechando la VIII edición de la Copa Internacional Crianza de Rioja de globos aerostáticos, que reúne en la ciudad vitivinícola a 30 figuras mundiales de este deporte.
El certamen aerostático es el aperitivo de las ya clásicas celebraciones de la muestra El Rioja y los cinco sentidos que el Gobierno regional y las bodegas riojanas ofrecerán del 5 al 19 de septiembre. Todas estas actividades tienen como trasfondo la promoción de los vinos riojanos en un año en la que la cosecha se augura ya como excelente. Por eso, la copa tiene como referencia los vinos de crianza de la Denominación.
Contemplar el vuelo de un globo de hidrógeno en el siglo XXI constituye algo excepcional en estos años. Los actuales, mucho más ligeros, han abandonado este gas y vuelan mediante aire que se calienta con un quemador de propano. Los dos globos de hidrógeno que su usarán en Haro han sido construidos en Alemania y son una réplica de aquellos, pues es muy difícil encontrar alguno original debido a la fragilidad de las telas utilizadas antaño. Han sido transportados entre algodones y llegarán a Haro el mismo viernes 15 por la mañana.
Sin embargo, el manejo es idéntico a los que se utilizaron en los aquellos primeros vuelos en el siglo XVIII. El hidrógeno, al pesar menos que el aire, permite que se eleve, pero según va pasando el tiempo este gas reduce su efectividad y el globo pierde altura. Para conseguir mantener la cota, se arrojan los sacos de arena o lastre, una escena que ya no se puede ver en los globos actuales. Para aterrizar, los de hidrógeno abren una válvula en la superficie de la vela y el gas se escapa a la atmósfera quitando presión. Los pilotos encargados de todas estas operaciones serán los alemanes Marcus Pieper y Mathias Zenge.
No obstante, el momento más esperado tanto por los aficionados como por los curiosos será el inflado, a las cinco de la tarde, de los dos globos, similares a los pilotados por los hermanos Montgolfière sobre tierras riojanas en 1804; una hazaña que se conmemora en esta ocasión. Una operación que durará dos horas, y transportará al público a los protocolos de vuelo empleados en el siglo XVIII. Las velas de estos artefactos poseen, respectivamente, una capacidad de 1.000 y 650 metros cúbicos y, al ser llenadas de hidrógeno, actúan como cámaras de presión para desplazarse en altura.
El VIII Copa Internacional de Globos Crianza de La Rioja -que incluye la exhibición de estos globos antiguos- es un prueba puntuable en el ranking nacional de esta especialidad deportiva. La actual edición aporta como mayor atractivo la participación de Brian Jones, el mítico piloto que ha sido el único de dar la vuelta al mundo en globo, tras 20 días de vuelo ininterrumpido sobre los cinco continentes. Aunque también hay otros nombres ilustres en la lista como el alemán Marcus Pieper, campeón del mundo, o el español Javier Tarno, seis veces campeón nacional. Desde hace siete años, el Rioja viene celebrando su Copa Crianza. Pero ninguna edición ha alcanzado la altura que ofrece la que se inicia hoy.