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Columna
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UBS, un banco a la carrera

UBS está corriendo rápidamente hacia un futuro nuevo. Para llegar allí, el banco suizo ha admitido el fracaso de su modelo de un banco integrado y ha reestructurado totalmente las categorías ejecutivas. Pero tan rápidamente como UBS corre hacia el mañana, está luchando para alejarse del ayer.

Sus últimos resultados muestran la tenacidad del pasado. Un acuerdo legal en EE UU sobre la venta de ARS (Auction Rate Security), que costó otros 900 millones de dólares, por encima de las nuevas provisiones vinculadas a créditos -de 5.000 millones de dólares- llevó la exposición a las monolines. Todo lleva a UBS a su cuarta pérdida trimestral seguida.

La gestión de la riqueza también se ha visto arrastrada por el tirón de la banca de inversión. Los clientes ricos retiraron una cantidad neta de 17.000 millones de francos suizos, la mayoría de la central suiza con mayores márgenes. Otros 27.000 millones de francos suizos desaparecieron de las unidades de gestión de activos y de la banca suiza. La combinación de las fugas de capital fue mucho peor de lo que se esperaba, ya que los analistas subestimaron el daño a la reputación de UBS y sobreestimaron el rendimiento de su banco de inversión.

UBS aún está trabajando para sacudirse la historia. Reemplazó a Marco Suter, director financiero y último vínculo significativo con el anterior presidente, Marcel Ospel. El balance fue reducido aún más: es un trimestre peor que al principio de la crisis de crédito. Los cuatro nuevos miembros de la junta directiva fueron nombrados para sustituir a los miembros salientes de la vieja guardia.

Aún más importante: el nuevo régimen ha reconocido los defectos de dirigir un banco integrado y los peligros de seguir con esta estructura. La vieja estrategia será desmantelada y las tres divisiones separadas en los próximos 16 meses. Esto eliminará capas innecesarias en la gestión y abrirá la puerta para una estructura de bonificaciones moderna. A largo plazo, facilitará la salida de UBS de la banca de inversión o de la gestión de activos. Con los precios de los activos financieros hundidos, UBS puede querer aplazar cualquier reestructuración hasta que las condiciones del mercado mejoren. Pero los reguladores suizos están moviéndose rápidamente para imponer planes de desapalancamiento, que podrían frenar los retornos de la banca de inversión. Eso forzaría a UBS a apretar el paso y convertir el maratón en un sprint.

Por Jeffrey Goldfarb

Preocupación, no pánico

Está previsto que China eclipse a EE UU como líder mundial en la producción de manufacturas en 2009, según la consultora Global Insights. æpermil;ste es un desarrollo natural, pero para EE UU es preocupante: puede afrontar una amenaza geoestratégica por no tener fuentes domésticas de productos clave.Según los principios económicos, el movimiento de EE UU hacia una economía de servicios y su sustitución por parte de China como primer productor mundial debería ser poco preocupante. Las telecomunicaciones modernas e internacionales han hecho que las cadenas de suministros globales sean mucho más cómodas de manejar, para que los proveedores que están en países lejanos y con mano de obra barata puedan ser controlados con mayor facilidad que hace una generación. En cambio, muchas actividades de servicios necesitan una presencia local, lo que las hace poco adecuadas para el outsourcing. Pese a ello, el movimiento en países con mano de obra cara desde la manufactura hacia los servicios es natural.Sin embargo, el outsourcing de las manufacturas en países con mano de obra barata puede dejar al exportador sin función económica, más allá de las ventas locales y del servicio. La investigación y las actividades de desarrollo a menudo requieren de un íntimo conocimiento de los procesos de producción y sus limitaciones, imposible de lograr desde el otro lado del mundo. Además, la empresa subcontratada puede, mediante sus actividades manufactureras, adquirir capacidades que le hagan globalmente más competitivo que el propio outsourcer.Dos factores han impulsado el outsourcing. Primero, los directivos estadounidenses suelen hacer hincapié en los beneficios a corto plazo sobre los objetivos estratégicos a largo. En segundo lugar, la relajada política monetaria de la Fed desde 1995 puede haber acelerado el proceso. El éxito de las manufactureras chinas es natural y no hay motivos para el proteccionismo. Sin embargo, unos elevados tipos de interés y unos negocios a corto plazo más reducidos ralentizarían el declive de las manufacturas de EE UU, que pueden volverse económicamente o estratégicamente perjudiciales.Por Martin Hutchinson

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