El giro de Zapatero

El jefe del Gobierno socialdemócrata de España, José Luis Rodríguez Zapatero, dice que Europa 'no puede ser una fortaleza', pero tampoco un continente al que los inmigrantes accedan ilegalmente a su antojo. 'Pueden venir, pero tienen que llamar a la puerta'. Los que no llaman a la puerta, como muchos refugiados de crisis y de pobreza que llegan por mar a Europa en endebles pateras desde África, se encuentran en España cada vez más con la puerta cerrada. Y Zapatero, que tras asumir su cargo en 2004 proclamó una amnistía general para los ilegales residentes en el país y soportó las acusaciones de hacer una política de inmigración indulgente, pretende dificultar aún más la inmigración ilegal.

El aislamiento surte efecto: mientras en las costas españolas desciende el número de inmigrantes que huyen de la pobreza, cada vez llegan más boat people a las costas de Italia, Malta y Grecia. También se ha corrido la voz de que la extradición de ilegales en España se lleva a cabo de forma cada vez más rápida. Los acuerdos de repatriación con países africanos, que como contrapartida son premiados con ayudas para el desarrollo, lo facilitan. Las nuevas rutas son cada vez más largas y también peligrosas. Cada vez hay más casos de tragedias de refugiados. Se estima que miles de refugiados mueren anualmente de camino hacia Europa huyendo de las crisis y por motivos económicos.