Los pescadores investigan vías para ahorrar combustible
La cofradía gallega de Celeiro registra un ahorro del 35% gracias a un proyecto inédito de I+D.
El sector pesquero español empieza a movilizarse para protegerse de su talón de Aquiles: el precio del combustible. Pese al respiro que ha dado el barril de Brent en las últimas jornadas, la tendencia alcista del crudo es una amenaza directa para los 45.000 empleos que genera la pesca en España, que cada año consume 860.000 toneladas de gasoil. Ahora, las recias cofradías no amenazan con huelgas ni con el cese de la actividad, sino que han decidido invertir en tecnología para ahorrar combustible.
Hace algo más de una década, los 100 barcos pesqueros del Puerto de Celeiro (Lugo), que dan empleo a 1.200 trabajadores, decidieron aunar esfuerzos para pensar en una solución de largo plazo que evitara poner fin a la actividad. Se constituyeron en la empresa Puerto de Celeiro -en la que todos los armadores que operan desde este puerto son accionistas-, crearon la mejor lonja de pesca española del momento y abordaron los primeros proyectos de I+D. Ahora, la empresa ha dado un paso más, con la creación del Centro Tecnológico de la Pesca (Cetpec), que ha puesto en marcha un proyecto para ahorrar combustible. A tal fin, se han asociado 22 entidades, entre ellas varias empresas privadas, con el Ministerio de Educación y Ciencia, que financia el 50% del programa de ahorro.
'Hasta ahora nadie se había preocupado por el aspecto energético de los barcos pesqueros en España porque no suponía un problema', explica Manuel Bermúdez, responsable del área de energía de Cetpec, que está monitorizando los barcos pesqueros para analizar su gasto energético paso a paso. El primer descubrimiento ha sido que el consumo es mucho mayor hoy que hace treinta años, por su diseño. 'Antes se construían más curvos, para privilegiar la navegación', explica Bermúdez. Pero el desarrollo de una industria pesquera, con mayor demanda y beneficios, transformó los barcos en estructuras más cuadradas, menos aerodinámicas y con mayor gasto de combustible.
Las patronos mejoran sus ingresos en 4.800 euros al año gracias al uso de gas licuado
Como primera medida, el Cetpec trabaja en la transformación de los motores de los barcos de altura y las lanchas fueraborda que jalonan las rías del sur de Galicia. Estas ya atraviesan una fase semicomercial. Ya no utilizan gasolina, sino gas licuado de petróleo (GLP), con el que las 45 lanchas de pesca artesanal ahorrarán 'entre un 35% y un 40% de gastos', es decir, 4.800 euros al año, una cifra nada desdeñable para el sector más humilde de la pesca. Además, este combustible emite menos gases y ninguna sustancia al mar. Ya han transformado 24, y a finales de año esperan haber alcanzado 200 de estas embarcaciones. La siguiente etapa será los barcos de altura.
Para investigar disponen 'del lujo' de un laboratorio flotante, el Santiago Apóstol, cedido por el Puerto de Celeiro, un barco activo hasta hace cinco años que servirá para experimentar la transformación del motor, la generación de energía mecánica y eléctrica y el ahorro en los sistemas de control. El proyecto es pionero en España y en el mundo. 'Hasta ahora no existe ningún barco que funcione con GLP', explica Bermúdez. De no tener éxito con el nuevo combustible, está previsto probar con la energía del viento para impulsar los barcos. 'Ya se hace en Alemania'.