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Stuart E. Lucas

'A Bill Gates se le recordará más por su filantropía que por Microsoft'

Heredero de una de las grandes fortunas de EE UU, este filántropo y gurú de la banca privada entiende que los valores deben formar parte de la gestión de patrimonios.

'A Bill Gates se le recordará más por su filantropía que por Microsoft'
'A Bill Gates se le recordará más por su filantropía que por Microsoft'

Stuart E. Lucas vino de visita a Madrid en julio para tantear el mercado de banca privada español. Lucas pertenece a la tercera generación de una de las grandes fortunas estadounidenses. Su familia vendió a Nestlé la empresa de leche en polvo Carnation en 1985, momento a partir del cuál este financiero comenzó a gestionar el patrimonio de la familia. Hoy imparte un seminario sobre banca privada, convencido de que gestionar patrimonios no es sólo cuestión de dinero, sino que consiste en devolver a la sociedad parte de lo que se ha recibido de ella.

Desde su punto de vista parece que la banca privada no es sólo una cuestión de gestionar dinero, ¿no es así?

Absolutamente. La riqueza sin valores es sólo dinero.

'La riqueza que no tiene valores es sólo dinero'

¿Por qué es tan importante que los grandes patrimonios devuelvan a la sociedad parte de lo que han recibido de ella?

No creamos riqueza en una burbuja aislada. Necesitamos un entorno, una comunidad más amplia que facilite la creación de esa riqueza. Así que cuando tenemos éxito, creo que tenemos la responsabilidad de reconocer que estamos operando dentro de esta comunidad más amplia, y devolver parte a esa comunidad para fortalecer a esa sociedad y que sea capaz de mantener su vitalidad y reforzar la idea de que existen oportunidades para todos.

¿Cree que las acciones filantrópicas que llevan a cabo personas como el matrimonio Gates o Warren Buffett son un buen ejemplo de cómo gestionar grandes patrimonios?

Lo más destacado de esta historia no es tanto que Bill Gates o Warren Buffett hayan donado miles de millones de dólares, sino que Bill Gates reconoció lo difícil que es ser un gran filántropo y reconoció que en el largo plazo las grandes acciones filantrópicas tienen un mayor impacto sobre la sociedad que los grandes negocios. Así que decidió dejar la gestión diaria de Microsoft y emplear toda su energía en ser un gran filántropo. Creo que dentro de 100 años el mundo le recordará más por su filantropía que por crear Microsoft.

¿Opina, como Warren Buffett, que los descendientes de las grandes fortunas deberían crear su propia riqueza y no recibir herencia?

Warren Buffett es un gran orador y lo que dijo es que quiere dejar a sus hijos lo suficiente como para que hagan algo, pero no lo suficiente como para que no hagan nada. Y estoy totalmente de acuerdo con él. La riqueza puede darte opciones para elegir y oportunidades, y nuestro trabajo como poseedores de esa riqueza es brindar a nuestros hijos la oportunidad de usar esos recursos para hacer grandes cosas. Pero nunca para que no hagan nada.

¿Qué es lo más importante que deberían aprender los descendientes de las grandes fortunas?

La primera vez que me vi involucrado en este tema me senté con un cuaderno y un lápiz y traté de calcular cuánto necesitábamos ahorrar para mantener la riqueza de nuestra familia. Y una de las cosas que aprendí es que tienes que crear de nuevo la riqueza con cada generación o si no desaparecerá. Pero cuanto más pensaba en ello más me daba cuenta que era un valor familiar que había que mantener. Y creo que ese es un aspecto crítico que cualquier gran fortuna o cualquiera de sus descendientes deben tener presente. Es decir, que no hace falta crear de nuevo la riqueza con cada generación, hay muchas grandes cosas que puedes hacer. Puedes agotarla pero convertirte en un gran músico o un gran maestro o un gran científico. Pero aquellas familias que quieran mantener su fortuna, tendrán que recrear su riqueza.

¿Cree que reducir los impuestos a las grandes fortunas beneficia al conjunto de la economía y de la sociedad?

Siempre he pensado que pagar mis impuestos perteneciendo a la clase alta es una señal de éxito. Nunca me ha preocupado demasiado tener que firmar ese cheque para las autoridades fiscales. La clave para el beneficio de la sociedad es tener un sistema fiscal que refuerce la economía y que ofrezca la oportunidad de prosperar a cualquier persona.

¿Qué ha aprendido de sus errores en la gestión de la riqueza de su familia?

(Risas) Bueno, cometimos muchos. Una de las mayores cosas que aprendimos fue en 1985, cuando vendimos nuestra compañía Carnation a Nestlé. Aprendí lo difícil que es pasar de ser una familia que posee un negocio a una familia que se dedica a las finanzas. Pasas de saber más que nadie sobre tu propia hoja de balance a tener una gran cantidad de activos que son completamente diferentes y que requiere un nivel nuevo de educación. Pero además, la propia familia tiene que ser reorientada, porque en principio tienes un enfoque en el que el liderazgo de la familia depende del éxito del negocio. Es necesario cambiar el modo de pensar. Creo que lo que nos hizo exitosos, aunque nos llevó tiempo aprenderlo, fue que en lugar de que los miembros de la familia trabajen para los líderes de la familia, ahora es responsabilidad de los líderes trabajar por la familia. Ese es uno de los mayores retos a los que nos hemos enfrentado.

En el entorno actual del mercado es cada vez más difícil encontrar retornos para las inversiones. ¿Cómo se enfrentan a esta coyuntura los grandes patrimonios?

Antes me ha preguntado por mis errores. Uno de los que he cometido de cuando en cuando es invertir en cosas que no comprendo. Invariablemente suelen caer con el tiempo. Y sucede porque no he hecho los deberes y no sé si está realmente barata o es que algo ha ido mal y debería salirme. En momentos difíciles como éste es fundamental hacer los deberes y tener una buena educación para que cuando los activos pierdan valor sepas si ésa es una gran oportunidad o una señal de que hay que vender. Los inversores que son realmente buenos saben esto y aprovechan estos momentos difíciles para crear enormes cantidades de riqueza cuando las cosas mejoran.

El potencial de la banca privada española

'Riqueza. Constrúyela, protégela, gástala y compártela'. Así se titula el libro de Stuart E. Lucas con sus enseñanzas sobre la gestión de patrimonios.Lucas visitó Madrid en julio para evaluar a la industria de banca privada española, un sector en el que encuentra un altísimo potencial. 'Creo que el mercado es relativamente joven y está evolucionando. De hecho, son pocas las familias que realmente tienen liquidez, pero el número va en aumento'.El objetivo de Lucas es enseñar a las familias pudientes españolas cómo llevar a cabo esa 'difícil transición', consistente en pasar de ser una familia de empresarios a una familia de financieros, pasa de gestionar una compañía a gestionar un patrimonio.'Pensé que esa transición es tan difícil, pero al mismo tiempo tan importante, que primero escribí un libro sobre el tema y ahora imparto un curso específicamente destinado a grandes patrimonios', explica.'Descubrí algo', comenta en la introducción de su libro. 'El dinero de nuestra familia representaba algo más que dinero. Era trabajo duro, historia de amor y legado, un regalo tangible de las generaciones pasadas de Stuarts hacia mi persona'.

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