BBVA augura 3,3 millones de parados y que la vivienda se abarate un 20%
La crisis financiera y el alza de las materias primas sigue minando la confianza de empresas y familias y eso se nota en la actividad. De ahí que las previsiones a medio plazo sean cada vez más pesimistas. BBVA cree que en 2009 el paro llegará al 14% de la población activa (3,3 millones de parados) y que las casas se abaratarán un 20% en cuatro años.
Hasta dónde llega el alcance de la crisis y cuándo comenzará la recuperación son dos de las preguntas que se hacen todos los economistas, pero al unísono responden: 'persisten demasiadas incertidumbres'.
Aún así, el servicio de estudios del BBVA presentó ayer dos informes de coyuntura sobre la situación de la economía española y el mercado inmobiliario que tratan de dar respuesta a algunas de estas cuestiones.
Entre las conclusiones que arrojan sendos estudios, el banco destaca que el entorno global es ahora más adverso, lo que pone de relieve las debilidades de la economía española.
De este modo, el BBVA calcula que el PIB crecerá este año entre un 1,3% y un 1,7% y agudizará su desaceleración en 2009, cuando estima que la actividad mejore en el mejor de los casos un 1%, siendo el umbral mínimo el crecimiento nulo.
La salida a la crisis podría iniciarse el año que viene, aunque advierte que será más suave y gradual que en otras ocasiones.
Estas previsiones suponen una reducción a las que elaboró el banco en abril y están motivadas porque cree que continúan persistiendo factores negativos que se 'retroalimentan', como son la crisis financiera, el encarecimiento del crudo y el ajuste inmobiliario.
En su último número de 'Situación España', el servicio de estudios de la segunda entidad financiera española señala que si la economía creciera en torno al punto central de ambas horquillas, dejará de crear empleo este ejercicio y lo destruirá en 2009, cuando prevé que la tasa de paro alcance cifras próximas al 14% al finalizar el año.
Si se confirmase este pronóstico y con un crecimiento de la población activa similar al del último año (del 3%), el número de parados podría situarse en diciembre de 2009 en casi 3,3 millones. Los cálculos del BBVA apuntan a una creación de sólo 27.400 puestos de trabajo este año (se destruirán 229.100 en la construcción y se crearán 256.400 en el resto de la economía) y una destrucción de 275.400 empleos en 2009.
Según el banco, la desaceleración económica se ha acentuado porque España es 'más vulnerable' que otras economías a la crisis financiera y al aumento del precio de las materias primas, dado su alto endeudamiento y su elevada dependencia energética. En cuanto a la evolución del ciclo inmobiliario, el informe del BBVA pronostica una caída más intensa en el volumen de actividad, que debería situarse en torno al 6% del PIB, que en precios. En cualquier caso, no descarta que la crisis del sector se prolongue aún cuatro años y al finalizar el ajuste las viviendas se hayan abaratado de promedio un 20%
El economista jefe del Servicio de Estudios del BBVA, José Luis Escrivá, explicó que la crisis financiera, lejos de finalizar, continúa siendo intensa un año después de comenzar, con mucha tensión y 'fricciones y riesgos' en el funcionamiento de los mercados. No obstante, Escrivá matizó que aquellos proyectos empresariales y de los hogares que sean razonables no tendrán problemas para obtener crédito.
Cuando acelerar la obra civil no es solución para el crecimiento
Ante la constatación de que la economía española se encuentra en un escenario más adverso que el de hace unos meses, el BBVA estima que 'no hay muchas medidas exitosas que se puedan aplicar para amortiguar el impacto de la desaceleración a corto plazo'. Y va más lejos: 'La obra pública es poco incierta en sus efectos, pero lenta y con impacto total reducido', asegura el último informe de coyuntura elaborado por el Servicio de Estudios de la entidad. El banco subraya que aunque se acelere la licitación de obra pública, que de media acumula una caída del 13% este año, apenas se elevaría el crecimiento entre tres y cuatro décimas al año y el empleo mejoraría tres décimas.