La tecnología en la sanidad del nuevo milenio
Las tecnologías de la información y la comunicación desempeñan un papel determinante en el entorno sanitario: paciente, personal sanitario e infraestructura, subraya el autor. Pero este panorama tecnológico sólo es posible, en su opinión, con una visión a largo plazo y una probada capacidad de integración de sistemas
Las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) juegan un papel determinante en el entorno sanitario por las posibilidades que ofrecen para mejorar la atención al usuario, agilizar los procesos hospitalarios, prevenir posibles errores y ofrecer nuevos servicios que pueden suponer nuevas áreas de negocio. Y todo ello a cualquier nivel, desde el de la simple receta electrónica hasta el del manejo a distancia de un robot en un quirófano.
Todos estos aspectos pueden ser analizados por separado, pero resultan mucho más evidentes cuando se analizan desde la óptica de los tres ejes básicos del sistema sanitario: el paciente, el personal sanitario y la infraestructura necesaria.
En general, las TIC pueden ofrecer al paciente estancias hospitalarias más satisfactorias y reducciones del tiempo de hospitalización, lo que conlleva una disminución de costes al sistema sanitario. Gracias a las redes de banda ancha, los médicos pueden disponer de toda la información gráfica necesaria en cualquiera de las habitaciones de un hospital e incluso compartirla en tiempo real o realizar consultas a expertos sin necesidad de elementos contaminantes como los soportes actuales de las radiografías. Eso sí, se requiere una infraestructura capaz de gestionar grandes volúmenes de información en tiempo real y con total garantía de confidencialidad para los datos transmitidos. Pero además, soluciones tecnológicas como el triple play permiten la oferta al paciente de alternativas integradas de ocio y comunicación como la televisión a la carta, el acceso a internet y la telefonía en la propia habitación.
Fuera de los centros de atención hospitalaria, un servicio cada vez más extendido que paulatinamente cobrará más y más fuerza es el de la teleasistencia. Con un simple acceso de banda ancha por ADSL y muy pocos elementos adicionales, el paciente puede acceder al sistema de alertas desde su hogar o recibir asistencia del personal de ayuda allí donde se encuentre gracias a sistemas de geolocalización. El 90% de las llamadas que se realizan a un centro de asistencia por vídeo (video call center) no son peticiones de ayuda, sino impulsos que responden a la simple necesidad de comunicarse. La teleasistencia con videoconferencia puede contribuir a dar respuesta a esta necesidad. En cualquier caso, los servicios de teleasistencia deben dotarse de herramientas que, usando las nuevas redes inalámbricas de banda ancha Wimax o UMTS, permitan actualizar en tiempo real los datos de un paciente incluso fuera del hospital.
Este tipo de servicios, de los que ya existen algunas primeras experiencias, no tienen por qué ser muy costosos, y pueden ser ofrecidos a los usuarios en modalidad de pago por uso, es decir, con unas cuotas fijas asumibles para sus pensiones. Dadas las características de la población europea y su creciente envejecimiento, este tipo de soluciones experimentarán un importante desarrollo, impulsadas por iniciativas privadas y públicas (estatales o autonómicas).
Desde el punto de vista del profesional sanitario, herramientas colaborativas que permiten compartir información de voz, datos y vídeo interactivamente, ofrecen facilidades como la recuperación de la información de un paciente en cualquier lugar del hospital de forma segura y controlada, la localización inmediata de profesionales con soluciones más ricas que el clásico buscapersonas, el acceso a especialistas en tiempo real, el trasvase de información en los cambios de guardia, la teleformación continua, y un largo etcétera.
Todo este panorama tecnológico sólo es posible con una infraestructura adecuada: los sistemas de banda ancha, los mecanismos de protección que aseguran que la información contenida en los ordenadores -fijos o portátiles- no va a ser accesible por terceros en caso de pérdida o robo, la seguridad a todos los niveles, incluido el de las comunicaciones con Voz IP, son un requisito fundamental de la red.
Y además, la red debe ser capaz de gestionar múltiples tipos de tráfico y asignar prioridades en función de la aplicación demandante. Seguridad, capacidad de gestión y sobre todo unificación de los distintos sistemas de gestión son requisitos indispensables para los futuros sistemas de comunicación, entre los que por supuesto están incluidos los del sector sanitario, que sólo pueden ofrecerse con una visión tecnológica a largo plazo y una probada capacidad de integración de sistemas distintos y complejos.
Paulino Gómez-Quiroga. Director general del Mercado de Empresas de Alcatel-Lucent para Iberia