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Gobierno

Arenillas no renovará en octubre como número dos de la CNMV

Las voces que se alzaron con fuerza hace un año para que el vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Carlos Arenillas, abandonara el cargo verán cumplido su deseo con bastante retraso, el próximo octubre. El número dos del organismo supervisor ya ha trasladado al vicepresidente, Pedro Solbes, su intención de dejar esta responsabilidad y no ver prorrogado su mandato.

La ley que regula el funcionamiento interno de la CNMV permite la prórroga por otro mandato máximo de cuatro años tanto al presidente como al vicepresidente del organismo supervisor. La decisión la tendrá que tomar el vicepresidente económico, Pedro Solbes, el próximo octubre, pues es a quien compete trasladar la propuesta al Consejo de Ministros sobre quiénes deben relevar al actual presidente, Julio Segura, y al actual vicepresidente, Carlos Arenillas.

El primero todavía no ha expresado sus planes de futuro para cuando venza su primer mandato el próximo otoño, aunque tiene grandes posibilidades de repetir en su actual cargo. Sin embargo, el segundo ha trasladado ya a Solbes su deseo de abandonar el organismo supervisor por motivos estrictamente personales, según confirman fuentes cercanas al proceso. La ley delMercado de Valores establece que a quien desempeñe este puesto de responsabilidad le es aplicable la ley de Incompatibilidades de Altos Cargos.

Por tanto, durante los dos años posteriores al cese, Arenillas no podrá ejercer actividad profesional alguna relacionada con las actividades de Bolsa, su auténtica especialidad. Antes de acceder a la CNMV en octubre del año 2004, casi todo el desempeño profesional de Arenillas se centró en los mercados de valores, dentro del sector privado. Primero trabajó en el departamento de tesorería de Citibank y más tarde en la Sociedad Mediadora del Mercado del Dinero, antes de ser cofundador del grupo CIMD. Posteriormente sería presidente de Intermoney, una de las filiales de esta empresa, lo que fue antesala de su nombramiento como vicepresidente de la CNMV.

Solbes no decidirá hasta septiembre quién relevará a Arenillas como vicepresidente del organismo supervisor, cargo desde el que preside el comité consultivo y desde el que tiene potestad para imponer las sanciones por infracciones muy graves, autorizar o revocar las operaciones societarias de las empresas de servicios de inversión españolas, europeas y de países no miembros de la UE que actúen en territorio español.

Dos etapas distintas

Desde que accedió a la vicepresidencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Arenillas ha pasado por dos etapas bien diferentes. Entre octubre de 2004 y abril del año pasado, le tocó convivir con Manuel Conthe como presidente, periodo que acabó con la polémica dimisión de éste último al frente del organismo supervisor debido a los vaivenes que tuvo que afrontar la opa sobre Endesa y a la actuación del Gobierno en la misma. Tras la salida de Conthe de escena, Arenillas comenzó una etapa de mayor estabilidad con Julio Segura al frente de la CNMV, un profesional discreto que conocía a fondo el funcionamiento interno del organismo, al que accedió en 2006 procedente del Banco de España.

Julio Segura goza de la estima personal del vicepresidente Solbes y del respeto del resto de los integrantes del equipo económico del Gobierno, pues no en vano ha sido uno de los principales promotores de las reformas legales que éste ha promovido para mejorar la supervisión de los mercados financieros y hacerla más eficaz y transparente.

Dos tormentas que acabaron en un vaso de agua

Durante su mandato como vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas ha tenido que hacer frente a dos grandes polémicas que quedaron reducidas, al final, a la nada. La primera tormenta se desató contra él cuando su antiguo jefe en el organismo supervisor, Manuel Conthe, llegó a condicionar su dimisión a la del propio Arenillas. Detrás de este temporal estaban las fuertes discrepancias que dentro del Consejo de la CNMV surgieron en el proceso de las opas sobre Endesa.La protesta pública de Conthe y el testamento que hizo ante el Congreso de los Diputados el día de su dimisión sirvieron en bandeja al PP el inicio de una ofensiva contra el Gobierno que llevó también al terreno judicial. Finalmente, el juzgado de instrucción número 33 de Madrid archivó las denuncias presentadas contra Arenillas y el hoy ministro de Industria, Miguel Sebastián, por presunta prevaricación y tráfico de influencias. Las acusaciones contra éste último estaban basadas en su actuación cuando trabajó como jefe de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno, a las órdenes de José Luis Rodríguez Zapatero.El PP volvió después a la carga contra Arenillas cuando se filtró la cena de lujo que el vicepresidente de la CNMV tuvo con Ravinder Mehra, representante de la firma Vega Fund Holding, fondo que contrató con posterioridad al hermano del número dos del organismo supervisor. El Consejo de este último concluyó meses más tarde que su vicepresidente no tuvo trato alguno de favor en la autorización e inscripción del fondo de inversión.Proxima Centaurii, relacionado con la firma de Mehra, otro de los supuestos escándalos que el PP aireó durante semanas. Son tormentas que terminaron en un vaso de agua y que se extinguieron por completo cuando se apagaron también los ecos de la dimisión de Manuel Conthe y comenzó la etapa presidida por Julio Segura al frente de la CNMV.

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