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Ciudades del mundo

Miami

El brazo de arena y coral que protege la bahía Biscayne de los embates del Atlántico es la perla de la ciudad de Miami. Calor, playa, lujo y edificios decó se dan la mano en Miami Beach.

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Lo primero que hay que saber antes de ir a Miami es que no es el lugar adecuado para viajar con mochila y sin dinero. Desde luego, puede hacerse. Siempre puede hacerse. Como en casi todas las ciudades del mundo, en Miami hay hoteles baratos, restaurantes baratos y tiendas muy, muy baratas. Pero ésa no es la cuestión.

La cuestión es que el principal atractivo de Miami, lo que atrae cada año a miles de viajeros, es una estrecha franja de coral, tierra y arena de 19 kilómetros de largo llamada Miami Beach. Y Miami Beach tiene la peculiaridad de lucir en todo su esplendor cuando se contempla desde el jardín de un buen hotel de lujo, desde la terraza nocturna de un restaurante de moda o desde la cubierta de una pequeña (o gran) embarcación deportiva. Todo ello, a ser posible, con un delicioso apple martini en la mano y los ojos puestos en las coloridas fachadas de su barrio art decó.

Situada a tres millas de Miami, la lengua alargada que protege la bahía Biscayne de los embates del océano Atlántico pasó de ser una pobre granja frutícola a principios del siglo pasado a convertirse en una animada pasarela de palmeras, playas luminosas, edificios bajos pintados de color lavanda, rosa y verde pastel y un sinfín de locales dedicados a proporcionar diversión y relax. De día, la zona ofrece un ambiente animado y cálido, repleto de bañistas, viandantes y patinadores. Al anochecer, se convierte en una ciudad de acelerada vida nocturna, donde la sofisticación de los clubes que albergan los hoteles de lujo convive con galerías de arte, terrazas, restaurantes, boutiques y animadísimos locales latinos que llenan las calles de ritmo y conversaciones ruidosas.

Ocean Drive es el corazón del ambiente nocturno y diurno

Key Biscane, al sur de Miami, es un paraíso de jardines y lujo

Como en otras zonas de la ciudad, aquí también conviven dos culturas: la anglosajona y la latina. Locales de música cubana en directo, bares donde degustar deliciosos mojitos de vainilla y tiendas hispanas se intercalan con impecables galerías, boutiques sofisticadas y refinada arquitectura. En South Beach (SoBe), en el extremo meridional de Miami Beach, se levanta el barrio art decó, considerado el conjunto arquitectónico decó más grande del mundo. Verdadero corazón de la zona, agrupa más de 800 edificios levantados entre 1923 y 1943 y restaurados de forma exquisita en un espacio compacto de casi cinco kilómetros cuadrados y abrazado por cuatro calles: Lincoln Road, Sixth Street, Ocean Drive y Alton Road.

Desde el punto de vista mundano, SoBe no decepciona a nadie. Desde que a comienzos de los noventa Madonna y otras estrellas relanzaran Miami como lugar de moda, las celebridades han edificado mansiones, ocupado hoteles y visitado clubes nocturnos a un ritmo apabullante. Con un poco de suerte (y si se viaja en temporada alta) el viajero mitómano puede encontrarse con estrellas de Hollywood, músicos y modelos de alta costura en ciertos restaurantes y locales nocturnos. No en vano hay varias páginas web en internet dedicadas a informar de la lista de celebridades que visitan cada fin de semana Miami Beach.

Ocean Drive es el corazón de ese ambiente nocturno y diurno. Frente a la playa, los elegantes hoteles ofrecen piscinas iluminadas y divanes en los que recostarse mientras se toma una copa en un ambiente cosmopolita que no tiene nada que envidiar al de los clubes de Los Ángeles o Nueva York. Aunque el presupuesto no le permita alojarse en uno de los establecimientos que jalonan Ocean Drive y Collins Avenue, vale la pena adentrarse en el Rose Bar del Hotel Delano (inmaculadamente blanco, con columnas neoclásicas y cortinas que se agitan con la brisa nocturna), el Hotel Raleigh (propiedad del millonario hotelero André Balazs, ex novio de la actriz Uma Thurman y unos de los solteros más codiciados de EE UU ) o el Shore Club, entre otros. Otra opción es desayunar al día siguiente en cualquiera de las terrazas, bien agazapados tras unas gafas oscuras, accesorio imprescindible en los días (e incluso las noches) de Miami Beach. Al caer la tarde, y después de una larga jornada en la playa, un buen plan puede ser desplazarse hasta Bal Harbour, un vecindario acomodado y elegante, y dejarse caer en la sección de zapatos (o de corbatas) de los almacenes Saks.

Key Biscane, situado al sur de Miami, es otro paraíso de jardines y lujo, con el valor añadido de la tranquilidad. Richard Nixon tuvo aquí su residencia de invierno, hoy demolida, y actualmente la zona es un conglomerado de mansiones -Cher y Andy García viven allí-, restaurantes y locales de ocio. Si no se dispone de yate privado, la única forma de llegar es a través del Rickenbaker Causeway, una carretera elevada que permite disfrutar del panorama sobre la bahía.

Pese a lo que rezan los folletos turísticos, en Little Havana no late ya de modo exclusivo el corazón de la comunidad cubana en Miami. Resulta encantador recorrer la SW Eight Street -conocida también como calle Ocho- con sus tenderetes de venta de tazas de café, cigarros, figuras de santería y pan. Pero el ambiente es hoy más latinoamericano que genuinamente cubano, ya que la mayoría de los residentes que llegaron al país huyendo de la dictadura castrista con los años han ido elevando su nivel de vida y mudándose a otras zonas más residenciales. En cualquier caso, charlar con los viejos cubanos de la calle Ocho es una buena terapia para los nostálgicos de las dictaduras. Pese a no tener la misma celebridad que el barrio art decó, también vale la pena visitar la arquitectura hispana e italiana de Coral Gables, al sur de Little Havana, con sus amplios bulevares y su urbanismo años veinte. Y cuando el viajero se canse de la ciudad y el bullicio nada como alquilar un coche y trasladarse al hemingwayense, bohemio y marinero Key West. Pero eso ya es otra historia… Y también otro viaje.

Guía práctica

Cuándo ir Miami disfruta de un clima cálido todo el año. La temporada alta dura de diciembre a marzo con una temperatura media de 26 grados centígrados. Los precios son bastante más altos entonces, pero es la ocasión de descubrir Miami Beach en todo su esplendor. Abril y mayo son otra buena opción; las tarifas son considerablemente más bajas y el ambiente bastante más tranquilo. Es conveniente evitar los meses de verano, hace mucho calor y una humedad insoportable.DormirDelano Hotel: Su inmaculada decoración, blanca e impoluta, le da un encanto especial. Habitaciones de líneas sencillas y bungalós al lado de la piscina. Simplemente perfecto. 349 a 547 dólares. 1685 Collins Avenue (Miami Beach). www.delano-hotel.com.Raleigh Hotel: Su fama dice que posee una de las piscinas más hermosas del mundo. Ubicado en un edificio decó, el Hotel Raleigh, propiedad de André Balazs, es chic, elegante y frecuentado por celebrities. 246 a 386 dólares habitación doble. 1775 Collins Avenue, Miami Beach. www.raleighhotel.com.ComerChef Allen. Su dueño, Allen Susser, es uno de los cocineros más respetados de Estados Unidos, gracias a su innovadora cocina. El restaurante es estilo art decó y está decorado con arte contemporáneo. 19088 North East 29 th Avenue, Aventura. www.chefallens.com1220. Situado en el lujoso Hotel Tides de South Beah, es un restaurante de estilo minimalista decorado casi enteramente de color blanco, con velas y flores frescas en las mesas.Versailles es uno de los puntos de encuentro de la comunidad cubana de Little Havana y en los que se puede comer auténtica comida casera de la isla. Es un restaurante alegre y optimista, y uno de los locales más económicos de Miami, además de constituir todo un símbolo de la calle Ocho.ComprasThe Gallery at CocoWalk. 3015 Grande Avenue, Coconut Grove. Una galería comercial al aire libre con numerosas tiendas. Los amantes de la lencería femenina tienen una cita con Victoria's Secret.

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