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Desaceleración económica

La ayuda fiscal de Bush provocará un déficit récord el año próximo en EE UU

El deterioro económico y la rebaja fiscal que impulsó el presidente de Estados Unidos, George Bush, el pasado mes de febrero provocarán que el déficit de Estados Unidos para el periodo fiscal de 2009, que comienza el 1 de octubre, alcance una cifra sin precedentes, 482.000 millones de dólares, según las previsiones que publicó ayer el Gobierno. La Casa Blanca rebajó las estimaciones de crecimiento para este año del 2,7% al 1,2%, aunque defiende que en 2009 la situación mejorará.

La Administración estadounidense registrará un déficit de 482.000 millones de dólares (306.000 millones de euros) en lugar de los 407.000 millones previstos inicialmente debido a la desaceleración económico y a la reducción de ingresos tributarios. Si bien es la cifra absoluta más alta de la historia de EE UU, en porcentaje del PIB equivale al 3,5%, muy por debajo del déficit del 6% que registró durante la presidencia de Ronald Reagan en la década de los 80.

Para este año fiscal, que termina el 30 de septiembre, la Casa Blanca prevé cerrar con un déficit de 389.000 dólares, por debajo de los 410.000 millones estimados en febrero. 'Este déficit es manejable y temporal si la economía continúa creciendo' dijo el director de Presupuestos de la Casa Blanca, Jim Nussle.

El plan fiscal que aprobó, a petición de Bush, el Congreso de mayoría demócrata a principios de año para afrontar la crisis económica, supone un gasto para el Estado de 168.000 millones de dólares, una cifra que equivale al 1% del PIB estadounidense. El plan fiscal incluye una rebaja fiscal de entre 600 y 1.200 dólares a los contribuyentes y un aumento de las exenciones fiscales para incentivar la inversión empresarial.

La proyección de déficit supone otro elemento en el debate sobre la política económica entre el republicano John McCain y el demócrata Barack Obama, candidatos a la presidencia por los dos partidos mayoritarios. El que gane podría encontrar dificultades para implantar sus propuestas debido a los números rojos que se encontrarán cuando el nuevo presidente de Estados Unidos asuma el cargo el próximo 20 de enero de 2009.

Por una parte, McCain tendrá difícil ampliar los recortes fiscales de Bush que podrían costar unos 4,2 billones de dólares en diez años. Por otra parte, si gana Obama, se enfrentará al riesgo de que sus propuestas sociales implicarán un aumento de un déficit que ya se considera excesivo.

Si ello no fuera bastante, las campañas bélicas de Estados Unidos en Irak y Afganistán tienen un coste de 10.000 y 12.000 millones de dólares al mes, respectivamente. George Bush deja así una herencia difícil a su sucesor. Cuando él llegó a la Casa Blanca en el año 2000, tras la presidencia de Bill Clinton, Estados Unidos disfrutaba de superávit presupuestario.

De hecho, la presidencia de George Bush se ha caracterizado por los recortes fiscales, aunque ninguno fue tan importante como el último. En 2001, cuando la economía estadounidense estaba en recesión, el Gobierno aprobó también devoluciones fiscales.

Por otra parte, el Gobierno de Bush rebajó ayer las previsiones de crecimiento para este año del 2,7% hasta el 1,2%, en línea con las estimaciones de las entidades privadas. Sin embargo, la Casa Blanca espera que la recuperación económica llegará pronto. Calcula que el PIB estadounidense crecerá un 2,9% el próximo año y un 3,5% en 2010, una cifra superior a las previsiones de los analistas. El Gobierno de Bush ha realizado estas previsiones bajo la premisa de que los precios de los alimentos y del petróleo se estabilizarán. 'A pesar de las tensiones en el mercado crediticio y del aumento de los precios de la energía, la economía de EE UU continúa expandiéndose y sus fundamentos permanecen fuertes', dijo Nussle.

España sigue el camino con los 400 euros

La rebaja fiscal de 400 euros que aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero es similar a la que impulsó Bush en febrero. En el caso estadounidense, la Administración devuelve entre 600 y 1.200 dólares (entre 381 euros y 762 euros). Y las consecuencias son similares. Para EE UU, supone incrementar el déficit hasta niveles nunca vistos y, para España, los 6.000 millones que cuesta la rebaja fiscal en España provocará que el Estado central cierre en déficit por primera vez en tres años.

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