Bruselas ofrece ventajas comerciales a Serbia tras la detención de Karadzic
La Unión Europea acogió ayer con enorme satisfacción y como un éxito propio la detención en Belgrado de Radovan Karadzic, el presunto criminal de guerra buscado desde hace 13 años por su responsabilidad en la guerra de los Balcanes.
'Más vale tarde que nunca', señaló eufórico Bernard Kouchener al término de una reunión en Bruselas del consejo de ministros de Exteriores de la UE. El titular francés, que preside ese foro durante este semestre, relacionó la detención con el firme apoyo de la UE a los partidos pro europeos que ganaron las recientes elecciones en Serbia. 'No es casualidad', aseguró Kouchener, 'que al poco de formarse un gobierno pro europeo se haya producido la detención. Si los nacionalistas hubieran seguido en el poder no hubiéramos tenido esta posibilidad'.
La Comisión Europea también felicitó a Belgrado y se apresuró a ofrecerle como recompensa los beneficios comerciales previstos en un acuerdo de asociación cuya aplicación estaba congelada a la espera de que Serbia demostrase su interés en detener a Karadzic y a Ratko Mladic, otro presunto criminal de guerra todavía fugado. 'Corresponde al consejo de la UE la decisión, pero desde el punto de vista de la Comisión la parte comercial de ese acuerdo puede ya aplicarse', ofreció el comisario europeo de Ampliación, Olli Rehn, tras reunirse con el ministro serbio de Exteriores Vuk Jeremic.
Jeremic incluso reclamó para antes de finales de año el reconocimiento de la candidatura de Serbia al ingreso en la UE, un estatus que ahora disfrutan otras dos repúblicas ex yugoslavas (Croacia y Macedonia) pero que todavía no han logrado Bosnia-Herzegovina ni Montenegro. Jeremic ofreció como señal de buena voluntad el posible regreso de los embajadores serbios a los países de la UE que han reconocido la independencia e Kosovo. 'El destino de todos es integrarse en la Unión Europea', prometió Kouchner.
Kouchner,. sin embargo, recordó que 'esperamos más detenciones'. Y remitió la decisión sobre cualquier tipo de cambio en la relación con Belgrado a las dos reuniones que los embajadores de la UE tienen antes de las vacaciones de agosto.