La destrucción de empleo industrial crece el 59% hasta junio en Cataluña
Cataluña sufre una nueva oleada de expedientes y cierres de fábricas, provocados por la debilidad de la demanda interna. Entre enero y junio 3.521 trabajadores han perdido su empleo, un 58,7% más que en igual periodo de 2007.
Esta vez no se trata de una cola de deslocalizaciones de producción hacia mercados con mano de obra más barata. El grueso de cierres y expedientes de regulación presentados en el primer semestre del año en curso se deben en su gran mayoría a una reducción de la demanda en España y a la caída del sector de la construcción, que ha arrastrado a otros segmentos industriales.
El departamento de Trabajo de la Generalitat catalana ha autorizado 111 expedientes de compañías productoras entre enero y junio, con un total de 3.521 trabajadores afectados. El número de empresas implicadas es superior a las 99 del mismo periodo de 2007, pero la diferencia se dispara en relación con los empleos destruidos, que aumentan un 58,7%. De seguir este ritmo, la pérdida de empleo industrial superará claramente los 5.124 puestos de trabajo de 2007 y los 6.263 del ejercicio anterior.
La crisis inmobiliaria ha tenido un efecto multiplicador en los primeros meses de 2008. Así, los expedientes que la administración autonómica ha autorizado en el sector de la construcción han supuesto una destrucción de 275 empleos, mientras que entre enero y junio de 2007 sólo comprometieron a 72 personas. La ralentización de la actividad en vivienda nueva ha provocado claramente el expediente de regulación en el Grupo Roca, el primer fabricante europeo de cerámica sanitaria, que planteó inicialmente un recorte de 398 trabajadores, para finalmente pactar con los sindicatos 125 (ver cuadro adjunto). En este caso, la dirección de la compañía aseguró que no podía acumular más producto en stock, por lo que ha planteado el ajuste en las factorías de Gavá (Barcelona), Alcalá de Henares (Madrid) y Alcalá de Guadaira (Sevilla).
Otras empresas que dependen en buena parte de la salud del sector constructor son el fabricante de pequeño material eléctrico Simon y Siemens, que ha decidido cerrar una factoría de canalizaciones (a pesar que hace escasas semanas ha anunciado la adquisición del fabricante BJC, competencia de Simon). El productor de taladros y material de bricolaje Casals se ha convertido en la excepción, porque exporta más de la mitad de la producción de su factoría gerundense a Estados Unidos (EE UU). En este caso, la fortaleza del euro ha influido en una pérdida de competitividad de los productos fabricados en España.
Fuentes sindicales señalaron que los expedientes presentados no responden a una competencia de países emergentes, salvo en el sector textil, donde sigue el adelgazamiento de las empresas españolas con la pérdida de 1.100 puestos de trabajo en el primer semestre. Otro caso concreto es el de Sony. El fabricante de televisores de pantalla plana ha iniciado las negociaciones con los representantes de los trabajadores para estudiar un excedente laboral de 275 personas, que podría solventarse con un incremento de los índices de flexibilidad de la planta de Viladecavalls (Barcelona). A pesar de la competencia creciente de los fabricantes asiáticos y de Europa del Este, la compañía japonesa afronta el ajuste por la tradicional espiral de reducción de precios del sector de electrónica de consumo (con caídas anuales del 20%).
Las mismas fuentes indicaron que el periodo de grandes deslocalizaciones, iniciadas por Lear en 2003 (la misma factoría que heredó ACC y que ahora quiere volver a cerrar) y concluidas por Braun a principios de este año, ya se han descontado. La nueva oleada de ajustes responde a un exceso de producción y a la necesidad de incrementar los niveles internos de productividad. Incluso Pirelli Neumáticos ha notado la caída de la actividad del sector de automoción. El productor italiano se había comprometido a decidir en junio la ubicación de una nueva factoría cerca de la actual de Manresa (Barcelona). Lejos de confirmar la inversión, ha planteado un expediente de regulación, aunque la viabilidad del centro parece asegurada.
Para completar el panorama, sólo faltan por concretarse algunos planes de reducción de empleo de multinacionales planteados a nivel mundial. Son los casos de Sanofi-Aventis, Clariant y Henkel. En este último caso, ha planteado el cierre de una factoría y el traslado de toda la plantilla a otro centro, mientras que la farmacéutica Merck ya ha definido el ajuste de 100 empleos en el centro de Mollet (Barcelona).
ACC contradice el plan de viabilidad de 2006
El grupo ACC, fabricante de compresores para frigoríficos industriales, también ha planteado un expediente de cierre de la factoría de Cervera (Lérida), donde trabajan 150 personas, y otro ajuste en la segunda planta de Sant Quirze del Vallés (Barcelona), donde trabaja una plantilla de 550 personas. La multinacional italiana ha variado unilateralmente el plan de viabilidad planteado en 2006 y pactado con la Generalitat, que preveía el traslado a las factorías españolas de nuevas líneas de productos con mayor valor añadido. Con la negociación del expediente, ACC ha planteado justo lo contrario: la transferencia de las series más baratas a terceros países. 'Pero ni en este caso responde a una deslocalización, porque la crisis de ACC en España responde a un claro ejemplo de mala gestión', destacaron las mismas fuentes de sindicatos, que añadieron que la dirección de la empresa se ha levantado de las conversaciones del expediente. ACC recibió en 2003 unas ayudas públicas de 15 millones de euros para instalarse en las antiguas instalaciones de Lear en Cervera.