La CNE estudia acciones legales contra Iberdrola por presiones
La CNE ha amenazado con acciones legales a Iberdrola ante las presiones que, según considera el regulador, ha ejercido a través de dos cartas contra su consejo. En ellas, Iberdrola critica duramente el informe de la CNE sobre los costes y precios de la producción nuclear e hidráulica, que recibirán beneficios extras de 4.400 millones este año.
El cálculo de los llamados beneficios llovidos del cielo (windfall profit) que el modelo de mercado mayorista proporciona a la producción hidráulica y nuclear ha provocado la reacción airada de Iberdrola, la más beneficiada por la situación. El citado cálculo, que adelantó CincoDías y formaba parte de la propuesta de la CNE de las tarifas de julio, estima que aquellas tecnologías recibirán este año ingresos extras de 4.400 millones. Tras conocer su contenido, la eléctrica tomó cartas en el asunto y el 1 de julio remitió al regulador una dura misiva, firmada por el director de Regulación, José Luis San Pedro, exigiéndole que colgase en su web un informe propio que y rebatía al de la Comisión. Iberdrola vertía graves acusaciones contra el organismo, al que acusaba de usar datos falsos y de ser responsable de la caída de su cotización.
El contenido del escrito hizo que, tres días después, el consejo de la CNE aprobara por unanimidad una respuesta a Iberdrola. En ésta, con copia al titular de Industria, Miguel Sebastián, según fuentes del ministerio, la CNE señala: 'No queremos suponer que algunas de las informaciones contenidas en la carta de Iberdrola pretendan ser una presión sobre las personas integrantes de este órgano regulador y sobre la propia institución, ya que, de entenderlo así, estaríamos obligados a ejercer las acciones legales pertinentes en defensa de nuestra imparcialidad'.
Según el texto, 'el tono inadecuado y algunos de los contenidos de la misma no responden a la forma común de relaciones entre el regulador energético y los operadores' y añade que los únicos compromisos de la Comisión 'son la defensa de los intereses generales, en beneficio de todos los sujetos que operan en los sistemas energéticos y de los consumidores'. Días más tarde, la compañía respondió, a través del secretario de su consejo, Julián Martínez-Simancas. Aunque de forma menos airada, la eléctrica se reafirmaba en sus posiciones.
Iberdrola considera que el contenido del informe ha influido en la opinión pública y las asociaciones de consumidores y de él se deduce que la compañía está recibiendo beneficios inmerecidos. Su elaboración, según Iberdrola, debía haber sido sometido a audiencia pública y, al no haber sido así, considera justo que se dé a conocer su versión. Además, el informe se publicó en pleno debate sobre la subida de la tarifa lo que agravó la situación. Un portavoz de la eléctrica califica de 'filosófico' el estudio.
Al margen de las misivas, Iberdrola ha acusado en varios foros a la CNE de haber aprobado un informe con errores y apresurado que 'ha elaborado un consejero, Jorge Fabra, sin el respaldo de los servicios técnicos'. Sin embargo, en el regulador subrayan que dicho estudio recibió el beneplácito de dichos servicios y de la mayoría del consejo.
El problema de fondo, indican distintas fuentes, no es si los cálculos son o no acertados, sino el propio funcionamiento del mercado marginalista, debate en el que la CNE no llega a entrar en su informe. Iberdrola critica que la CNE haya realizado estimaciones para su elaboración, cuando recibe información periódica de las empresas y debería haber tenido en cuenta que estas instalaciones están sin amortizar, pues la vida útil de todas ellas aún no ha terminado.
La CNE critica en su informe 'la brecha' entre los precios y los costes de la electricidad, lo que determina que tecnologías con apenas costes variables (nuclear y, sobre todo, el agua) cobren el MW al mismo precio que las más caras, el carbón y el gas.
Los datos de Unesa
Los datos de costes de producción eléctrica de origen nuclear e hidráulica utilizados por la CNE vienen a coincidir, o incluso son menores, que los que aporta en sus informes anuales la patronal Unesa y el Foro Nuclear: 35,4 euros MWh en 2006, en el primer caso.
La compañía acusa al organismo de 'falsedad'
Según estima la CNE, un 77% de los ingresos del mercado mayorista se los llevará este año la producción hidráulica y la nuclear, cuando sus costes son de 3 euros MWh, en el primer caso, y de 18 MWh, en el segundo. Por contra, teniendo en cuenta la amortización de las instalaciones, la primera ingresa 85,93 euros MWh y la nuclear, 64,89 euros.Iberdrola ha arremetido contra estos cálculos en dos cartas remitidas al regulador. En ellas considera que sus planteamientos carecen de sustento teórico y se basan en 'datos falsos utilizados deslealmente' y con una 'clara intención intervencionista'. Iberdrola, como ya hizo Unesa en su día, se pregunta por qué la Comisión no aplica este rasero a otros sectores regulados como el gas o el petróleo y considera que el cálculo 'carece de rigor'. Un punto importante de la crítica es que las instalaciones aludidas aún no se han amortizado. Lo cierto es que el informe de la CNE realiza un doble cálculo, con los activos amortizados y sin amortizar.En cualquier caso, Iberdrola entiende que es un ataque al mercado marginalista, cuando todos los mercados lo son.Pero no en tanta proporción como el español, donde toda la energía que se suministra a tarifa se comercia en el pool, cuando en otros países europeos, éste representa sólo una mínima parte de dicha energía, señalan fuentes del sector.