El AVE llega a California
El negocio de las infraestructuras, tanto en construcción como en explotación, se está convirtiendo en uno de los puntos fuertes de las empresas españolas. De hecho, raro es el concurso internacional en el que no hay algún grupo constructor, tecnológico o financiero enfrascado en la puja. Y el mercado de Estados Unidos no es una excepción. La última prueba es la decisión de un consorcio formado por Talgo, Renfe, Isolux y la consultora Imathia de participar en la pugna por un gran corredor ferroviario, de 1.200 kilómetros de longitud, en California. El mercado estadounidense no es desconocido para estas compañías. Pero no es sólo la experiencia lo que las avala. También el éxito del tren de alta velocidad. El AVE goza de un prestigio técnico que ha traspasado las fronteras españolas y se ha convertido en un carné de presentación ideal para competir con garantías en cualquier concurso internacional.