Spanair da diez semanas a sus empleados para aceptar el ajuste

Los representantes de los trabajadores de Spanair tienen diez semanas para aceptar el plan de ajuste presentado el miércoles por la compañía, según explicó ayer el responsable de recursos humanos de la empresa, Héctor Sandoval. Esta es la condición imprescindible para que el propietario de la empresa española, la escandinava SAS, ofrezca soporte económico a una nueva etapa en la que el principal objetivo será asegurar la 'supervivencia'.

Si los trabajadores no apoyan el plan de ajuste 'el escenario será totalmente diferente y podemos enfrentarnos a uno de quiebra'.

Sandoval afirma que las pérdidas de 2008 van a ser muy elevadas, pero que si se llevan adelante las medidas del plan de ajuste, en 2009 podría conseguirse una mejora del balance de 90 a 95 millones de euros, con lo que el resultado del año podría ser equilibrado.

Una medida de ajuste no detallada en la nota hecha pública el miércoles por Spanair se refiere a la reducción a dos de las actuales ocho bases de operaciones que tiene la aerolínea. Se mantendrán los aeropuertos de Madrid y de Barcelona y se cerrarán las bases de Palma de Mallorca, Las Palmas, Tenerife Sur, Bilbao, Málaga y Alicante.

Uno de los colectivos a los que se aplicará un mayor recorte será las 800 personas que componen la estructura administrativa de Spanair. Entre los 15 aviones que dejarán de volar entre septiembre y octubre se encuentran cinco de la flota de la filial de SAS, Aebal. Se trata de aparatos más modernos que los MD, pero existe un pacto con los pilotos de la empresa para limitar el uso de flota alquilada.