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La mayor suspensión de pagos española

La crisis de Martinsa golpea al Ibex y pone en peligro 3.000 empleos

Sector inmobiliario, constructoras y entidades financieras fueron ayer las principales paganas de la desconfianza generada en los mercados por el anuncio de suspensión de pagos de la mayor inmobiliaria del país, Martinsa Fadesa. El desplome de las acciones de éstas arrastró al Ibex 35 en una jornada en la que perdió un 2,55%.

La crisis de Martinsa golpea al Ibex y pone en peligro 3.000 empleos
La crisis de Martinsa golpea al Ibex y pone en peligro 3.000 empleos

Una detrás de otra, en un demoledor efecto dominó, las inmobiliarias que cotizan en Bolsa se desplomaron durante la sesión de ayer arrastradas por Martinsa Fadesa, que el lunes comunicó su entrada en concurso. El temporal contagió a las constructoras y a las entidades financieras cotizadas, y marcó una jornada en la que el Ibex 35 se dejó un 2,55% de su valor.

La inmobiliaria que sufrió más la desconfianza de los inversores fue Renta Corporación, que perdió un 15,69%. Reyal, que se ha mantenido durante meses invariable, cotizando a nueve euros, cerró ayer a 8,7 euros por acción. Colonial, que admite una deuda de 9.000 millones, se dejó un 11,63% ; y Afirma, antigua Astroc, que en febrero de 2007 llegó a cotizara a 70 euros, cerró ayer a 0,88.

La jornada no sólo fue aciaga para los socios de Fernando Martín en el llamado G-14, el lobby que aglutina a las mayores inmobiliarias del país, los mercados pasaron factura a las entidades financieras, que se han visto obligadas a descontar en sus balances el posible agujero que les puede generar el eventual impago de sus obligaciones por parte de Martinsa Fadesa, que debe más de 4.000 millones a la banca.

La compañía presentó ayer la solicitud de concurso ante el juzgado mercantil de La Coruña

El Banco Popular, uno de los principales prestamistas de la sociedad, registró el tercer mayor descenso del Ibex, al caer su cotización un 5,63%. A pesar de que el núcleo duro de acreedores de la inmobiliaria está compuesto por cajas -que no cotizan en Bolsa-, otras entidades acusaron el pesimismo de la sesión: las acciones de BBVA retrocedieron un 2,97% y las del Banco Santander, un 2,49%.

El tercer grupo de damnificados fue el de las constructoras. Sacyr dio el tono del sector cayendo un 8,37%; Ferrovial se dejó un 7,37%; Acciona cayó un 4%; y ACS y FCC perdieron un 3%. El mayor batacazo fue el de Urbas, cuya acción cayó un 14%.

Mientras los cimientos del parqué se tambaleaban, el juzgado de lo mercantil de La Coruña, cuyo titular es Pablo González-Carreró, recibía una demanda de concurso de acreedores firmada por la socia del área de Derecho Procesal del despacho Gómez Acebo & Pombo, María José Paz-Ares, en nombre de Martinsa Fadesa, ante las dificultades para refinanciar su deuda.

Paz-Ares y Ángel Valera, secretario del consejo de la inmobiliaria, y socio de este bufete, llevarán el concurso de acreedores voluntariamente solicitado por la empresa. Este cauce beneficia a la empresa al permitir a los administradores mantenerse en su cargo, eso sí, bajo control judicial.

Pese a haber elegido este camino, los responsables de la inmobiliaria confían en salir adelante. Ayer, cifraron los activos de la compañía, según la valoración de CB Richard Ellis, en 10.800 millones y aseguraron disponer de margen suficiente para superar la crisis.

Inversión extranjera

La caída de las inmobiliarias en Bolsa arrastradas por Martinsa Fadesa ha llamado la atención de todo el sector financiero. Sólo firmas de inversión gigantes como Carlyle o Blackstone podrían ahora plantearse la posibilidad de invertir en el sector español.

La CNMV nombrará un administrador

La ley establece que la administración concursal deberá estar integrada por tres miembros. Uno de ellos será un abogado, otro un acreedor y el último, un auditor de cuentas, economista o titulado mercantil. Si embargo, la norma contempla una excepción para los casos en los que la empresa inmersa en un procedimiento de concurso de acreedores sea una sociedad cotizada. En este caso, en lugar del economista, auditor o titulado mercantil, el tercer miembro de la administración concursal deberá ser personal técnico de la CNMV o algún profesional propuesto por el regulador. Ya en el concurso al que se sometió la sociedad Española del Zinc, la CNMV formó parte de la administración concursal, si bien de forma indirecta, al nombrar a un experto independiente en su representación.Y mientras se resuelve el concurso de acreedores, la cotización de la empresa que preside Fernando Martín se mantiene suspendida. Y así seguirá, según fuentes de la CNMV, en virtud del artículo 33 de la Ley del Mercado de Valores, mientras la empresa no aporte la información necesaria para que el mercado pueda tomar decisiones. 'En estos momentos no hay ninguna previsión sobre cuándo volverá a cotizar', señalan en la CNMV.

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