Montoro propone más deducción por la compra de vivienda
El portavoz de Economía del PP cree que pueden perderse 1,6 millones de empleos.
España camina sin demora hacia un crecimiento negativo y se sitúa 'en puertas de una recesión muy inquietante', vaticinó ayer en el Foro CincoDías, patrocinado por Accenture y Banco Madrid, el portavoz económico del Partido Popular, Cristóbal Montoro, abrigando de esta forma las mismas predicciones que ha hecho recientemente la patronal CEOE. El dirigente del PP coincidió también con los representantes de los empresarios en que la crisis 'puede cobrarse 1,6 millones de puestos de trabajo, a los que hay que sumar los 500.000 perdidos en el último año'.
Montoro no comparte el análisis del Gobierno en el sentido de que la economía española se encuentra en mejores condiciones que el resto para afrontar la coyuntura, sobre todo debido al elevado déficit exterior y a su fuerte dependencia energética. Estos dos factores agravan los elementos importados de la crisis como el shock derivado de las hipotecas subprime en Estados Unidos, el desboque del precio del petróleo y el alza de las materias primas. En opinión de Montoro, la caída en picado del sector de la construcción era totalmente previsible y lo único extraño 'es que haya tardado tanto en producirse'.
La 'gravedad de la situación' llevó ayer al portavoz económico del PP a reiterar la colaboración de su partido al Gobierno para aminorar los efectos de la crisis, aunque Montoro se mostró escéptico sobre los resultados de este ofrecimiento, a la vista de las diferencias que separan, por ejemplo, las posiciones del Ejecutivo y del PP sobre los Presupuestos que serían necesarios para 2009. El primer partido de la oposición defiende que el crecimiento del gasto del Estado 'debería limitarse al 2%', frente al 5% largo que baraja Economía, apuesta por una reforma de la ley de Estabilidad Presupuestaria 'que revienta por sus costuras', así como por un cambio en profundidad de los organismos reguladores para garantizar su independencia.
Montoro hizo hincapié en la necesidad de que el poder político se desvincule de las principales decisiones económicas y reprochó al actual Gobierno las intromisiones que habría protagonizado en algunos sectores, particularmente en el de la energía.
El dirigente popular rechazó también la posibilidad de que, en las actuales circunstancias de dificultades, el Gobierno acuda en socorro de empresas en crisis 'pues ello trasladaría un mensaje demoledor al mundo económico' y, en todo caso, 'son prácticas prohibidas por la Unión Europea'.
La política del Gobierno hacia las empresas también fue censurada por Montoro en el contexto de la lucha contra el aumento de los precios. A su juicio, la subida de la tarifa eléctrica ha sido un error porque va a castigar el funcionamiento de las compañías y a las familias. En cambio, echó en falta medidas de calado para frenar la inflación y facilitar la competencia en el sector servicios. La transposición de la directiva de servicios comprometida por el Gobierno, recordó Montoro, puede ir en la buena dirección si formase parte de un paquete conjunto en el que el PP incluiría también una ley para fomentar la unidad de mercado, la recuperación de los incentivos fiscales a la I+D+i y un nuevo programa de vivienda y suelo.
Junto a este plan de choque, el portavoz del PP consideró indispensable una nueva vuelta de tuerca a la reforma fiscal que deje en el 20% el tipo del impuesto sobre sociedades para las pequeñas y medianas empresas y que eleve al 25% la deducción por compra de vivienda habitual en el IRPF. A ello se sumaría un aumento de la base de la deducción, medidas todas ellas que ya ha rechazado el Gobierno en el Congreso de los Diputados.
Con estas dificultades por delante, Montoro dejó caer el pronóstico de que ésta puede ser una legislatura corta, envuelta en un clima similar al ya vivido en el periodo 1993/1996, en la antesala del acceso del PP al poder.