China e India rechazan el objetivo del G-8 de reducir las emisiones de CO2 a la mitad
Los países emergentes, entre ellos China e India, evitaron ayer comprometerse con el objetivo del G-8 de reducir a la mitad las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) en el año 2050. Tras tres intensos días, la cumbre del G-8 (EE UU, Canadá, Rusia, Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y Japón) concluyó con una macrorreunión con los líderes de las naciones emergentes, China, México, India, Brasil y Sudáfrica, además de Indonesia, Australia y Corea del Sur, que en total emiten más del 80% de CO2 mundial.
En la llamada reunión de las mayores economías, los 16 países presentes se comprometieron a 'recortes profundos' en las emisiones globales, aunque sin concretar fechas o porcentajes, a diferencia del G-8, que sí se ha marcado plazos concretos.
Sólo Australia, Corea del Sur e Indonesia mostraron expresamente su apoyo al objetivo marcado por el G-8, admitió Kasuo Dodama, portavoz de Exteriores del Gobierno japonés, anfitrión de la cumbre.
El rechazo de China a sumarse al acuerdo es especialmente relevante, ya que es, por detrás de EE UU, el segundo emisor mundial de los gases que provocan el efecto invernadero. Acumula el 18,5% del total. Aún así, de la reunión salió el compromiso de cerrar un acuerdo post-Kioto a finales de 2009.
'Nadie puede pedir a los países en desarrollo que sacrifiquen su crecimiento. La cuestión es encontrar la forma de compatibilizar la reducción de gases contaminantes con el crecimiento', indicó, en tono conciliador, el Gobierno japonés.
Aparte del cambio climático, los tres días de cumbre sirvieron para tratar la escalada del precio del petróleo y la crisis alimentaria. El G-8 se comprometió a presionar a los países petroleros para que produzcan más crudo. Los países emergentes, por su parte, culparon a los subsidios agrícolas de la crisis alimentaria. El debate seguirá en la próxima cumbre, que se celebrará en Cerdeña el próximo año.
El crudo sube
El precio del barril de Brent, de referencia en Europa, subió a última hora de la tarde de ayer y se situó en el entorno de 138 dólares, tras conocerse que las reservas de petróleo en EE UU bajaron en 5,9 millones de barriles durante la semana pasada.