Telefónica pone la tecnología a pie de calle

Una televisión 3D convive con un artesonado construido en los años veinte del siglo pasado, mientras la tecnología punta se pone a disposición de los ciudadanos en el que un día fue el rascacielos más alto de Europa. Es Gran Vía, 28, en pleno centro de Madrid, la sede histórica de Telefónica reconvertida en un espacio tecnológico y comercial de 3.000 metros cuadrados al más puro estilo de las macrotiendas emblemáticas de Apple, Nike o Virgin. Ha sido febril la actividad en los últimos tres meses para poner a punto todos los detalles de una combinación entre antigüedad y adelanto del futuro. Una nueva entrada de diseño vanguardista coronada por un logo en negro y plata de Telefónica se sobrepone a la tradicional puerta de acceso al octogenario rascacielos. Es un símbolo del interior, donde las columnas originales y los suelos se dejan ver entre paneles de gigantescas pantallas de plasma. Todo se ha respetado -exigencias del Ayuntamiento de Madrid-, puesto que se trata de un edificio protegido y no sólo porque lo inaugurara Alfonso XIII en 1929. Hasta el punto de que si se levantara la recién instalada estructura de modernidad, se retornaría de inmediato al original. Pero no es ése el objetivo. Lo que sucedió ayer en la Gran Vía madrileña fue la puesta de largo de la nueva macrotienda de Telefónica; dos plantas repletas de tecnología que pretenden ser el escaparate de la vanguardia de la operadora para comprar y conocer.

El espacio se abrirá al público este viernes, tras una semana de intensa agenda para dar a conocer la nueva macrotienda. Ayer fue la inauguración, con la presencia del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Hoy será una jornada de puertas abiertas para directivos de la operadora y mañana se cerrará para preparar la apertura al ciudadano y para recibir al teléfono más esperado de la historia: el iPhone de Apple, que Telefónica venderá en exclusiva en España y que se podrá adquirir por primera vez desde las 10 de la mañana del viernes.

El iPhone será la estrella del nuevo espacio, que se ha creado con la aspiración de llevar la tecnología a la sociedad y aunar la vertiente comercial con la divulgación. Una pantalla gigante recibirá al visitante con las principales ofertas comerciales de Telefónica actuales y por llegar. Es el anticipo de una planta baja dividida en varios ambientes, donde se concentra la parte más comercial de la tienda. La meta es que los ciudadanos compren, pero para ello se ha dado el paso de permitir el uso al público de todos los dispositivos, desde móviles a teléfonos fijos, pasando por ordenadores, televisiones y consolas.

Hay un espacio para niños, con las tecnologías disponibles para ellos; otro que engloba las soluciones de accesibilidad concebidas conjuntamente con la ONCE para personas con discapacidad auditiva, visual o con movilidad reducida; un tercero con todos los terminales celulares que tiene Telefónica en el mercado, y una sala dedicada a la oferta de televisión digital. En cada zona, personal especializado guiará a los clientes, hasta sumar más de 80 personas en una tienda que abrirá doce horas cada jornada con vocación de cerrar el mínimo de días al año.

A diferencia de tiendas similares, Telefónica ha buscado que los ciudadanos puedan probar la tecnología en cada terminal, que sólo están limitados para llamadas internacionales.

Pero la verdadera innovación que convierte a Gran Vía, 28, en una tienda muy diferente es la segunda planta. Allí habrá visitas guiadas que llevarán a los ciudadanos al hogar del futuro, la recreación de dos viviendas en las que puede verse y tocarse la tecnología y los servicios que Telefónica está probando antes de lanzarlos al mercado.

La puerta de la casa se abre con el móvil, que también enciende las luces y selecciona la temperatura. En el recibidor, un mayordomo virtual en forma de pantalla táctil que da acceso a todas las funciones de la vivienda y desde el que uno se puede poner al día de las noticias o ver la previsión del tiempo. En el salón, una televisión en tres dimensiones, una tecnología que Telefónica dice estar preparada para dar, sólo a la espera de que se generalicen los televisores 3D y bajen de precio. Y para ver las fotos del día, basta con mover el teléfono móvil hacia una pantalla que recoge inmediatamente la imagen lanzada por el terminal y la muestra casi a tamaño natural. En la cocina, las alarmas no sólo suenan cuando hay un escape o un fuego, sino que lo neutralizan, mientras que el toldo de la ventana se despliega automáticamente al salir el sol.

Al final del recorrido, vuelta a la realidad en la zona de asesoramiento, donde personal técnicamente muy especializado se pone a disposición del público para resolver dudas y problemas. A continuación, el área de la pyme y el autónomo, con demostraciones y pruebas de las soluciones pensadas para ellos. A final del recorrido, unas escaleras todavía no terminadas suben a la siguiente planta, pero el acceso está restringido. ¿Por qué? Llevan a la que será la parte cultural de este espacio: otros 4.000 metros cuadrados para museo, exposiciones y muestras de los fondos propiedad de la Fundación Telefónica. Su apertura será el siguiente capítulo de la reinvención de Gran Vía, 28.

A la espera del lanzamiento del iPhone

Será sin duda el producto estrella del día de apertura de la macrotienda de Telefónica. El iPhone saldrá a la venta coincidiendo con la inauguración al ciudadano, el viernes a las 10 de la mañana. Pero también otras 1.499 tiendas en España lanzarán el ultrafamoso móvil de Apple en ese mismo momento. Y todas ellas tendrán que acoplarse a la política que marca Apple, decidida a jugar con la oferta para condicionar la demanda.Cuántos iPhones están en España para ser vendidos es el secreto mejor guardado, que se espera se desvele mañana, cuando Telefónica anuncie los detalles y las tarifas del iPhone. Sin embargo, fuentes de la compañía confirman que Apple no suele responder a las peticiones exactas de las operadoras y que provee los terminales cada semana, con la política de que la escasez es lo mejor para azuzar la demanda. Pero el objetivo es vender cuantos más mejor, así que acabarán llegando los terminales necesarios.