_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La solemnidad oriental del G-8

Los líderes de los ocho países más ricos del planeta han vuelto a decepcionar con una cumbre que sobrevuela tangencialmente sobre los problemas y no afronta de forma integral el escenario que puede convertirse en una crisis económica mundial, con dolorosas consecuencias para la mayoría de la población. De los planteamientos teóricos que acompañan los programas de la cumbre a la ejecución de las políticas de cada país median trechos insalvables. Pero los políticos deben hacer más esfuerzos para que no todo quede en grandilocuentes declaraciones. A la iniciativa europea de movilizar un fondo de 1.000 millones de euros para luchar contra la hambruna en el mundo, los líderes ricos sumaron ayer una declaración de intenciones para reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero en 2050. Pero, una vez más, los grandes nuevos emisores de dióxido de carbono quedan fuera del compromiso, ligados únicamente por una invitación diplomática.

Cumplir la solemne declaración de ayer en Japón supone esfuerzos muy serios en materia energética, pero también una señal inequívoca a los productores de energías fósiles de que hay alternativas y que se van a potenciar. Para países como España supone una reducción continuada de su excesiva dependencia del crudo, incluso más ambiciosa de la que ayer anunció, también sin detalles, el ministro de Industria: recortar en dos años la factura petrolera en 5.000 millones de euros.

Los efectos de esta decisión son capitales si un calendario concreto y un reparto equitativo de esfuerzos se ponen en marcha. Pero los países ricos deben reforzar su liderazgo mirando más cerca, y poniendo soluciones para que las variables que más afectan a la gente vuelvan a su cauce. La disponibilidad alimentaria es un imperativo moral y debe estar garantizada, corrigiendo las iniciativas proteccionistas recurrentes en etapas de dificultad y temores de escasez.

Archivado En

_
_