Las zonas vip de Wimbledon retan a la crisis económica
Justo enfrente de las pistas de tenis donde ganó nueve títulos de Wimbledon, la ex campeona y ahora pintora abstracta Martina Navratilova explica cómo sumerge bolas en pintura y las lanza contra un lienzo. Mientras habla con los comensales que disfrutan del catering en Sportsworld Fairway Village, los ex campeones Boris Becker y Pat Cash departen con invitados que toman champán en los salones privados adyacentes.
Mientras que el sector financiero está reduciendo los gastos debido a la crisis crediticia, en Londres hay una actividad que se mantiene inmune. Los 25.000 asientos de Wimbledon para invitados de empresas están agotados. Las compañías están pagando hasta 380.000 euros para agasajar a grupos de 40 personas durante el torneo, el 4% más que el año pasado.
'La industria está revisando sus gastos, pero es muy importante cuidar a tus clientes y demostrarles cuánto se les aprecia', señala Mike Pullen, director del equipo europeo de competencia y comercio exterior del bufete londinense DLA Piper. Pullen, que llevó a varios clientes a Wimbledon la semana pasada, afirma que la desaceleración económica ha realzado la importancia de la hospitalidad corporativa.
El torneo, que concluye el domingo, tiene 25.000 asientos para empresas
HSBC está utilizando Wimbledon para sus campañas de marketing. 'En los buenos tiempos importa menos, pero cuando hay que ahorrar tienes que demostrar que es bueno para el negocio', apunta Giles Morgan, director de patrocinio del banco.
Wimbledon, que atrajo 444.810 personas el año pasado, es la principal competición deportiva europea en lo que a catering se refiere, según el All England Lawn Tennis and Croquet Club, sede de los campeonatos. Este año entre aficionados e invitados consumirán 28.000 kilos de fresas -el entremés predilecto, con crema, en Wimbledon- y 17.000 botellas de champán.
Diez fresas cuestan 2,85 euros, un 12,5% más que en el 2007, en tanto una botella Magnum de champán Lanson, para 12 copas, cuesta 120 euros. Espectadores y patrocinadores gastaron en conjunto unos 133,5 millones de euros en Wimbledon en 2007, según los estudios del profesor Tom Cannon, de la Universidad de Buckingham.
'Es una ocasión muy especial, es el torneo de tenis del año'', recalca Graham Bethell, director gerente del fabricante de gelatina Gelita, que viene llevando clientes a los campeonatos desde hace 15 años.
Wimbledon es una de las tres competiciones más importantes del verano británico, junto con el Gran Premio de Fórmula Uno de automovilismo, que se celebra este domingo, y el torneo hípico Royal Ascot para purasangres.
Celebridades y miembros de la realeza también acuden al estadio de tenis en el suroeste de Londres. La novia del príncipe Guillermo, Kate Middleton, y los cantantes Sting y Grace Jones han estado entre los espectadores este año.
Sportsworld, una de las dos organizadoras oficiales de catering para clientes de empresas en el campeonato, cobra como mínimo 580 euros por persona por un paquete de actividades de un día, incluidos billetes para una de las dos canchas principales. Cuesta 3.760 euros garantizarse un asiento en la final masculina. La compañía, con sede en la localidad inglesa de Abingdon, habrá acogido a 5.000 personas para cuando el torneo concluya, este domingo.
Wimbledon ha reducido desde 1990 de 46 a 36 las carpas destinadas a zonas vip. El club lo hizo para aumentar la exclusividad y poner más billetes a disposición del público general. Menos de un 8% de los asientos de las dos mejores canchas se destinan a empresas. En la carpa de Sportsworld, Navratilova, que está jugando el torneo de veteranos, mira el menú, y dice: 'La comida es mucho mejor que la que comemos los jugadores'.
Casi 2.000 euros por ver a Nadal
Las entradas de abono para el partido de cuartos de final Rafa Nadal-Andy Murray, que acabó con victoria del español, se revendían por 1.925 euros en el sitio web The Online Ticket Shop. El precio era más de 20 veces los 95 euros pagados por los espectadores que pasaron la noche frente al estadio en espera de los 500 billetes disponibles en la taquilla.'La demanda suele superar la oferta'', dijo el director de Marketing de Wimbledon, Robert McCowen. 'Este año las localidades se agotaron en febrero, que es más o menos lo que ha pasado en años anteriores''.Con Rafa Nadal y Roger Federer ya en semifinales, todo apunta a una reedición del duelo de los dos últimos años. Será una oportunidad para el suizo para vengarse de su aplastante derrota en Roland Garros. La final femenina enfrenta mañana a las hermanas Williams, Venus y Serena.