Los expertos prevén más pérdidas en los grandes bancos europeos
La gran banca europea sigue atenazada por el temor a nuevas pérdidas y cancelaciones de créditos. Los analistas prevén que en los próximos resultados trimestrales UBS anuncie provisiones adicionales por 3.163 millones de euros y que Deutsche Bank recorte su previsión de beneficio.
Los fantasma de nuevos avisos de caídas del beneficio (profit warning, en inglés) y provisiones millonarias por cancelaciones de créditos han vuelto a sembrar el pánico entre los grandes bancos europeos. Firmas consagradas como UBS, Royal Bank of Scotland o Deutsche Bank vivieron ayer una auténtica jornada negra.
El gigante suizo UBS, al margen del escándalo judicial que está sufriendo en Estados Unidos (EE UU), continúa envuelto en especulaciones sobre nuevos anuncios de amortizaciones en la presentación de resultados del segundo trimestre. De acuerdo con varios agentes del mercado, podrían alcanzar los 5.000 millones de dólares (3.163 millones de euros).
UBS, que sigue siendo el banco europeo más castigado por el huracán subprime (créditos de alto riesgo) y que ayer registró su cotización bursátil más baja en una década tras desplomarse un 5,32% en el día y un 16,14% en las cuatro últimas sesiones, ha convocado para el 2 de octubre su tercera asamblea de accionistas en un año para aprobar nuevos cambios en su consejo de administración. También hay rumores de que realizará un profit warning.
El índice Dow Jones del sector está en el nivel más bajo desde 2003
En Estados Unidos también se espera nuevas pérdidas por activos hipotecarios
Otro de los prestamistas más emblemáticos de Europa continental, Deutsche Bank, también vive envuelto en inquietantes informaciones. La entidad dirigida por Joseph Ackerman se dejó ayer en Bolsa un 4,83% (ha caído un 13,08% en cuatro jornadas) porque muchos operadores creen que tendrá que lanzar una advertencia de que ganará en el trimestre menos de lo esperado.
El mayor banco alemán, que está en su nivel más bajo desde 2003, sufrió en mayo sus primeras pérdidas trimestrales en cinco años.
Temor de los analistas
Esta crisis de confianza en la solvencia la industria bancaria europea se refleja en los comentarios de los analistas. 'Continuamos pensando que el sector necesita conseguir más capital pero, dadas las perspectivas macroeconómicas y las cancelaciones de créditos, su propuesta no es muy atractiva para los inversores', comenta el analista Huw van Steenis, de Morgan Stanley.
Los desplomes bursátiles de los últimos días han sido tan generalizados que el índice Dow Jones para banca europea se ha situado en su mínimo desde junio de 2003, tras caer ayer un 3,3%.
Las grandes firmas británicas tampoco se salvaron de la quema. Royal Bank of Scotland (RBS), segundo mayor banco del Reino Unido, cayó ayer un 5,1%. El mercado teme que la entidad dirigida por Fred Goodwin tenga que realizar nuevas provisiones por depreciación de activos debido a la crisis crediticia. También hay preocupación por el riesgo de que una posible recesión en la economía del Reino Unido dispare la morosidad en la entidad.
Los fuertes recortes bursátiles también se extendieron al sur de Europa. De hecho, dos bancos portugueses, BPI y Banco Espírito Santo, lideraron los descensos. El último, que se dejó ayer un 6,51%, explicó el 20 de junio que el crecimiento en hipotecas y créditos al consumo será menor del que habían previsto. Las acciones de su rival BPI cayeron un 5,69%. Uno de los gigantes italianos, Unicredit, también cerró con un fuerte descenso del -3,87%.
En EE UU el sector financiero también sufrió severas pérdidas ayer en los mercados pese a que a inicio de jornada hubo un rebote con el que se paraban las intensas caídas del lunes. Los números rojos llegaron a casi todos los valores salvo Lehman Brothers que estuvo aguantando en terreno positivo después de haber perdido el lunes un 11% de su valor. Los rumores no cesan sobre este banco, el más pequeño de Wall Street, al que se le cuestiona su capacidad para mantenerse como una entidad independiente, según informa Ana B. Nieto.
Merrill Lynch también encadenaba ayer pérdidas al mantenerse aún la incógnita sobre qué hará su consejero delegado, John Thain, para ampliar la liquidez de la entidad. La venta de una parte de la gestora BlackRock está en la mesa, después de que prácticamente descartara deshacerse de su participación en la agencia de servicios financieros y noticias Bloomberg.
El pesimismo sobre estos dos bancos domina en un sector que está en el ojo del huracán de la crisis y que va a empezar a dar a conocer sus cuentas trimestrales a finales de este mes. Se especula que estas contengan más pérdidas en activos hipotecarios y otros tipos de crédito.
El sector financiero mundial ha tenido que ampliar capital por 322.000 millones de dólares (204.000 millones de euros) después de haber registrado cancelaciones de créditos y pérdidas por 401.000 millones de dólares (254.000 millones de euros) por el colapso del mercado hipotecario de alto riesgo en Estados Unidos.
EE UU busca a presuntos evasores fiscales entre los clientes de UBS
UBS tiene un nuevo frente abierto en EE UU. El departamento de Justicia está presionando al banco para que revele la identidad de clientes de 'cuentas no declaradas' que se sospecha que han cometido evasión fiscal a través de este banco desde 2002 hasta 2007.Es algo que no tiene precedentes. En EE UU nunca se había tomado este tipo de acción con un banco extranjero y en este caso, la situación es más complicada por que compromete el secreto bancario que el banco suizo mantiene contra viento y marea.Pero las autoridades están determinadas e incluso consideran solicitar la ayuda de los reguladores suizos para conseguir este listado de ricos clientes.La investigación nace de la declaración de culpabilidad de un ex empleado de UBS, Bradley Birkenfeld, que declaró a mediados de junio que había ayudado a sus clientes a evadir impuestos. Este ex empleado asegura que la entidad suiza tiene unos 20.000 millones de dólares en activos en estas cuentas. Según el departamento de Justicia, estas cuentas generan unos ingresos de 200 millones de dólares al año. El caso contra Birkenfeld se documenta con descripciones sobre el trato de favor dispensado a estos clientes por parte de UBS y cómo se les asesoraba para evitar al fisco.